“Los invito a contemplar el misterio… el Belén”

Mensaje de Navidad 2019 del Dr. Jorge Iván Vélez Arocho, presidente PUCPR.

La representación del acontecimiento del nacimiento de Jesús equivale a anunciar el misterio de la Encarnación del Hijo de Dios con sencillez y alegría, (papa Francisco).

¡Feliz Navidad queridos hermanos y hermanas! El papa Francisco nos propuso en su reciente Carta Apostólica Signo admirable que reflexionáramos sobre el significado y el valor de “la representación del acontecimiento del nacimiento de Jesús”, del pesebre… del Belén.  Esta representación, tan querida por nosotros y que incluimos como un hermoso signo en cada Navidadnos invita a anunciar el verdadero sentido de la Navidad, del misterio, de la fiesta que hoy celebramos. Jesús, el Hijo de Dios se encarnó…”se ha hecho hombre para encontrar a cada hombre” como nos dice el Santo Padre. El pesebre es un signo admirable, el signo de la Encarnación, el signo del amor de Dios que quiso unirse a nosotros. ¡Qué gran misterio! Y lo hizo “con sencillez y alegría”.

El papa Francisco nos interpela con una importante pregunta “¿Por qué el Belén suscita tanto asombro y nos conmueve?” Y él nos propone unas razones que son razones para la alegría y para la esperanza, como diría el P. José Luis Martin Descalzo. Nos asombramos y nos conmovemos porque en el Belén, el pesebre  muestra, de manera admirable, “la ternura de Dios”.  En el Belén aparece el “protector de cada vida”,  el “hermano que viene a buscarnos cuando estamos desorientados y perdemos el rumbo”,  “el amigo fiel” siempre cercano.  Es Jesús quien viene a nuestro encuentro para decirnos Dios nos ama incondicionalmente y perdona nuestras infidelidades.

En esta Navidad los invito, como nos propone el papa, a contemplar el misterio, el Belén, el pesebre donde Jesús se hizo presente en nuestra historia,  en nuestro aquí y ahora. Dice el papa Francisco “Dios no nos deja solos, sino que se hace presente para responder a las preguntas decisivas sobre el sentido de nuestra existencia: ¿Quién soy yo? ¿De dónde vengo? ¿Por qué nací en este momento? ¿Por qué amo? ¿Por qué sufro? ¿Por qué moriré?

En esta Navidad, dentro del bullicio, las fiestas, las luces y los colores contemplemos el gran misterio “Dios no nos deja solos”.  Dios camina con nosotros y nos ayuda a entender las luces y sombras de nuestra vida. El Belén… el pesebre inician el camino “hasta la Cruz”. La fiesta de Navidad es una escuela,  es la escuela del discípulo misionero. En la Navidad contemplamos la Encarnación, el Dios con nosotros y reconocemos a Jesús que nos invita a ser sus discípulos y junto a Él ser misioneros.  Nos invita a ser “sacramento de la presencia”, a ser testigos del misterio de Dios que se hizo presente en nuestra historia.   ¡Feliz Navidad!

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