Vientos, lluvias e inundaciones…

¿Cuán seguras están las estructuras en Puerto Rico ante el paso de un huracán?

Por:  Jalibeth Rodríguez Rivera

Recientemente, Puerto Rico recibió los leves efectos de la tormenta tropical Bertha, el inicio de una temporada que, según vaticinaron los expertos, este año será normal. Es que la cuenca del Atlántico, el Caribe y el Golfo de México es la de mayor vulnerabilidad para el paso de los sistemas atmosféricos que se desarrollan en las aguas de África, hasta deshacerse en la costa este de Estados Unidos. Agosto, septiembre y octubre son los meses pico de la temporada.

Fuertes y destructivos vientos, torrenciales lluvias, severas inundaciones, deslizamientos y derrumbes son el crudo escenario que puede dejar el paso de un sistema atmosférico. Pero, ¿están las estructuras en Puerto Rico  preparadas para soportar estos embates naturales? ¿Son las construcciones tan sólidas como para resistir los potentes vientos de un huracán?

Huellas del Futuro cuestionó sobre esto al arquitecto Wilfredo Méndez Vázquez. El profesor de la Escuela de Arquitectura de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) afirmó que Puerto Rico “no está tan mal en este asunto. Por años, las principales amenazas han sido estos sistemas naturales. Si miramos la historia de la construcción, notamos que pasamos de los bohíos y de la madera a construir en piedra, mampostería, bloque e, incluso, hormigón armado.  En 1893, en ciertas zonas de PR, se prohibió construir en paja, yaguas o madera para evitar grandes incendios. Pero, después del paso de San Ciriaco en 1899, se abandonó, prácticamente, la construcción en madera y se introdujo el hormigón reforzado, pues era resistente al fuego, a la polilla, a la humedad y a los huracanes.  Esta es la razón por la cual un banco prefiere financiar proyectos de concreto y no de madera”, puntualizó.

A preguntas de Huellas del Futuro sobre la resistencia de estructuras de madera ante la llegada de un potente disturbio, Méndez Vázquez manifestó que no se debe generalizar en términos de que una estructura es mejor que otra, pues va a depender de la calidad de construccion, materiales y conexiones  del proyecto.  “Ciertamente, por la naturaleza del material, el hormigon reforzado tiene una tendencia a resistir mejor el viento.  Al viento se le hace más
fácil mover una caja de madera que un bloque de piedra” aclaró. Por el peso propio, el hormigón reforzado tiene menor vulnerabilidad.  En su ejemplo explicativo, el arquitecto continuó, “note  igual que una pared de bloques, sin el debido refuerzo (varilla), se vuelve vulnerable ante el empuje del viento y podría colapsar. Por otra parte, una casa de madera bien podria resistir un huracán fuerte si se toman las medidas de diseño necesarias en sus conexiones y se diseña para resistir impactos. Es incorrecto generalizar puesto que el éxito o vulnerabilidad de ambos materiales y formas de construccion pueden variar con la calidad del diseño y/o construccion”, insistió.

El arquitecto precisó que la industria de la construcción en Puerto Rico está regulada por el “International Building Code” desde la década de los 80. Las severas regulaciones en términos estructurales que rigen este código garantizan la calidad y la seguridad de los proyectos, particularmente, con lo que respecta al impacto de fenómenos climáticos. Méndez Vázquez fue enfático al afirmar que los parámetros de diseño para estructuras resistentes a vientos son de más de 155 millas por hora. Además, explicó que el código regula la cantidad de acero que lleva el concreto, así como el comportamiento mecánico. “El código es muy claro en cuanto a los asuntos estructurales. Por ejemplo, dice cuánto debe flexionar el hormigón, los materiales que se utilizan para que la estructura se comporte lo más segura posible, especialmente si es un edificio alto. Este debe bailar,  pero no debe agrietarse  o romperse. Regula, también, el uso correcto de las varillas para evitar que el movimiento de un huracán tumbe el edificio. Una buena construcción pueda aguantar huracanes de más de 155 millas por hora”. Estas normas del código de construcción deben ser certificadas por un ingeniero o arquitecto licenciado.

¿Cuáles son los consejos del experto en arquitectura?

El arquitecto en entrenamiento, Wilfredo Méndez Vázquez,  recomendó lo siguiente  durante esta temporada de huracanes:

  1. Si resides en un lugar peligroso que esté considerado como zona inundable, es importante preparar un plan de evacuación.
  2. Si tu casa tiene grietas y es antigua, debes llamar a un ingeniero civil o a un arquitecto para la evaluación correspondiente. Se debe hacer un “retrofitting”, esto es,  una remodelación para llevar  la estructura a un estado óptimo, que cumpla con los nuevos códigos del “International Building Code”.
  3. En tiempos de tormenta y fuertes vientos, cierre todas las ventanas y puertas de la residencia.
  4. Dejar una ventana abierta para que salga  la presión de la casa no es recomendable, según el experto. Lo mejor es cerrarla completa y mantenerla lo más hermética posible para protegerse.
  5. Si vives en una residencia de madera, amarra el techo a dos pies del alero para evitar que los vientos lo levanten por succión. Los techos inclinados funcionan mejor.
  6. Las puertas que dan acceso al exterior deben abrir hacia afuera. Si abren hacia adentro, el viento que golpee a la puerta tendrá más posibilidades de abrirla y provocar daños a la casa.

De igual manera, exhortó a los ciudadanos a que analicen, en sus residencias y en sus comunidades, aquellos objetos que puedan ser peligrosos durante el paso de un fenómeno. Es importante, también, mantener limpios y destapados los alcantarillados para que el agua pueda correr con fluidez.

Particularmente el huracán es un enorme sistema de baja presión en forma de espiral que podría tener vientos  desde 74 hasta más de 150 millas por hora. Inicia como un disturbio tropical en las aguas oceánicas cálidas con temperaturas en la superficie de, al menos, 80 grados Fahrenheit. Crean mayor energía en las mareas cálidos y se debilitan en tierra.

Mientras el disturbio mantenga vientos sostenidos de 39 millas se le llama tormenta tropical y se le asigna un nombre al sistema. Cuando baja su intensidad,  y alcanza velocidades de viento de 38 millas por hora, se convierte en una depresión tropical.

Taller Biotectónica de investigación de la PUCPR.

El arquitecto Wilfredo Méndez Vázquez actualmente dirige el Taller Biotectónica de Investigación y Diseño Tecnológico de la Escuela de Arquitectura de la PUCPR para ayudar a responder a eventos naturales.

“Estudiamos la arquitectura inspirada por la naturaleza y la biología para el diseño de edificios mejor adaptados a fenómenos naturales como huracanes, terremotos y tsunamis.” Añadió, “el problema de la vulnerabilidad responde a que no estamos adaptados a la dinámica del evento. Los seres humanos no toleran o no se acostumbran a estos fenómenos y tratar de adaptarnos es lo que la arquitectura busca. Se trata de sacarle provecho a la naturaleza”.

Adelantó que, para estos fines, se encuentran en conversaciones con el Departamento de Ingeniería Industrial del recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico para crear una alianza. Esto con el fin de diseñar y fabricar vía “3D print “, estructuras inteligentes inspiradas por materiales biológicos que respondan a los estímulos del ambiente.  Para lograr el éxito de este inusual proyecto se unirá “Applied Optimization Group de la UPR de Mayagüez.  “El fin de la arquitectura es adaptarse y ajustarse a la naturaleza para diseñar y proteger a los seres humanos. Queremos que la arquitectura sea lo más sensible posible a estas necesidades.  En este momento estamos delineando la metodología de investigación que servirá para definir la nueva tecnología de construcción que haga evolucionar la industria”, aseguró el Arquitecto.

 

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