Ser madre  en el siglo XXI

El reto de hacerlo bien

Por: Celimer M. Torres

Quienes han experimentado el regalo de ser madres coinciden en que no hay amor que se compare con el que sienten por sus criaturas ni  con ese  primer momento en el que se conocen por primera vez.  En poco  rato olvidan el dolor y se concentran únicamente en la vida que, con la ayuda de Dios, han traído al mundo.

Con ese amor tan grande vienen también grandes preocupaciones y retos que asumir para la crianza de ese nuevo ser.  Los adelantos de la sociedad moderna sugieren que este proceso debe ser más fácil,  pero también es cierto que las madres deben lidiar con otros asuntos que antes no eran tan evidentes. Algunos de estos retos  son la violencia, el exceso o el abuso de la tecnología y la crisis económica y de valores. También otros menos difíciles como el balancear el rol de madre con los otros roles de la vida.

Los adelantos de la sociedad moderna sugieren que este proceso debe ser más fácil pero también es cierto que las madres deben lidiar con otros asuntos que antes no eran tan evidentes.

Los adelantos de la sociedad moderna sugieren que este proceso debe ser más fácil pero también es cierto que las madres deben lidiar con otros asuntos que antes no eran tan evidentes.

Según la psicóloga y directora de la Clínica Interdisciplinaria de Servicios a la Comunidad, Profa. Ada Kercadó,  la mejor manera de hacer ese balance entre roles es “reconocer la multiplicidad de tareas que hemos asumido y  por qué las asumimos. En un mundo de grandes retos y cambios constantes, nos esforzarnos en cumplir con todas nuestras responsabilidades, desempeñándonos en una profesión. Es entonces que la prisa se convierte en la peor consejera porque no disfrutamos el momento y no saboreamos la esencia de lo que implica ser madre, en todas las etapas de nuestras vidas”.

Para poder asumir una posición adecuada con respecto de factores externos al hogar como la violencia y la crisis de valores morales y sociales  la experta en salud mental sostuvo “Es importante estar atentos hacia la manera en la que pensamos, actuamos y sentimos, a nivel personal, familiar, laboral y espiritual.  Un balance implica una asignación justa y adecuada en cuanto a la inversión de tiempo y energía, en la faceta de ser madre. Casi siempre nos preocupamos más por las necesidades de nuestros hijos y dejamos a un lado las nuestras. Es importante cuidarnos para poder enfrentar las diversas situaciones sociales que trastocan nuestras vidas. Si estamos claras y firmes en nuestros principios y valores, podremos enfrentar  diversas circunstancias y ser entes activos para hacer la diferencia. ”.

Una de las preocupaciones de las madres es la falta o escasez de dinero para atender o satisfacer necesidades que la sociedad exige tales como diversión o educación.  Para esto, la Profa. Kercadó recomienda “ser realistas en cuanto a los recursos físicos, económicos, sociales y familiares con los que contamos. Es necesario estar muy conscientes de nuestra realidad, de modo que no creemos falsas expectativas. También es importante tener una definición clara entre lo que es una necesidad y un capricho o un lujo. El dinero no es sinónimo de felicidad, aunque puede ser un vehículo para alcanzar unos medios que, de otro modo, estarían inaccesibles. Así que es necesario planificar qué es lo queremos para nuestros hijos, sin dejar a un lado sus deseos pero, sin consentirlos ni malcriarlos”.

El ser madre es un trabajo a tiempo completo y  nadie dice que es fácil.  Está lleno de exigencias y preocupaciones pero  también  de mucho amor y ternura. Sin  duda es  una de las mejores experiencias que pueda vivir una mujer. “No importa si somos madres biológicas o madres de corazón, lo que importa es el compromiso con ese hijo/a en cuanto al amor que le profesamos, el respeto que le tenemos como persona y el orgullo de saber que a través de nosotros, le hemos brindado la oportunidad de la vida” puntualizó la psicóloga.

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