Seamos agentes de Amor y Esperanza

Esta Semana Santa, el papa Francisco nos recuerda que no estamos solos: estamos llamados a ser luz, amar sin miedo y caminar juntos con esperanza

Raquel E. Cepeda Torres
estudiante de a Comunicaciones de la PUCPR

Esta Semana Santa recordemos el legado de amor y esperanza del papa Francisco para volver a lo esencial.  El papa ha logrado atender las necesidades de la Iglesia de hoy,mostrándose cercano frente a la sociedad que cada vez busca ser más individualista. En su mensaje resalta que Dios es Padre y no rechaza a nadie, como nos dijo en la Jornada Mundial de la Juventud 2023 en la que participé, “En la Iglesia hay espacio para todos, todos, todos”.  Él, en su más reciente escrito Dilexit nos (Nos amó), habla sobre el amor humano y divino del corazón de Jesucristo porque ha observado que hace falta volver a lo esencial.

Esta semana recordamos la entrega del que nos amó hasta el extremo, a pesar de que no le creas, no lo quieras, Él sí cree en ti y te ama. “Su corazón abierto nos precede y nos espera sin condiciones, sin exigir un requisito previo para poder amarnos y proponernos su amistad: ‘nos amó primero’ (1Jn 4,10).” (Cf. Dn1) Jesús se te presenta de distintas maneras para preguntarte: ¿puedo ser tu compañero en el camino?

Junto a Él, viene una comunidad porque se nos exhorta a caminar juntos. Los seres humanos somos seres sociales que no fuimos creados para ser viajeros solitarios. Papa Francisco en su mensaje de Cuaresma dice “Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios (cf. Ga 3, 26-28); significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia”.

Nos encontramos en el Año Santo donde nos reconocemos como peregrinos de esperanza, con el mensaje central de que “la esperanza no defrauda” (cf. Rm 5, 5). En su mensaje de Cuaresma, el papa presenta la llamada a la conversión de la esperanza, “la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna”. Si “te sientes débil, cansado o desilusionado, pídele a Jesús que te renueve. Con Él no falta la esperanza. Lo mismo puedes hacer si te sientes sumergido en los vicios, las malas costumbres, el egoísmo o la comodidad enfermiza. Jesús, lleno de vida, quiere ayudarte (…) Así no privarás al mundo de ese aporte que solo tú puedes hacerle, siendo único e irrepetible como eres” (cf. ChV 109).

“Pido al Señor Jesucristo que de su corazón santo broten para todos nosotros esos ríos de agua viva que sanen las heridas que nos causamos, que fortalezcan la capacidad de amar y de servir, que nos impulsen para que aprendamos a caminar juntos hacia un mundo justo, solidario y fraterno” (Cf. Dn 220).

Los invito a que, en nuestro diario vivir, comenzando durante esta Semana Santa seamos agentes de amor y esperanza, que no nos quedemos en el sufrimiento del Viernes Santo, sino que juntos podamos celebrar con alegría la victoria del bien sobre el mal. ¿Cómo darás vida a esta encomienda?

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