La joya caribeña: rompiendo las cadenas del tiempo

Se adentran en Cuba

Jalibeth Rodríguez Rivera

El mundo entero enfila sus ojos a este país del Caribe.  Su estatus social, político y económico despierta emociones y críticas en muchos.  Se trata de Cuba, la mayor de las Antillas en el Mar Caribe.  Hasta allí llegó un grupo de Pioneros, dejando a un lado las barreras políticas.

El equipo de Huellas del Futuro estuvo destacado en Cuba y documentó esta experiencia a través de la serie especial “La joya caribena…rompiendo las cadenas del tiempo”.

La serie documental recoge la esencia de Cuba.  Su historia, sus tropiezos políticos y su preocupante situación económica.  A través de nuestras cámaras, recorrerás sus calles, hablarás con su gente y te adentrarás en la Cuba real.   Compartirás la etapa de preparación del grupo Pionero, a días de llegar al País, la llegada y la experiencia única en Cuba y los detalles sobre las investigaciones académicas  de los estudiantes.

No te pierdas  “La joya caribeña:  rompiendo las cadenas del tiempo.

 

 

 

 

Pioneros conocen a un país que ha estado secuestrado por más de medio siglo.

Por: Jalibeth Rodríguez Rivera
Fotos:  Raisha Cruz

Ni el embargo económico impuesto por Estados Unidos al gobierno socialista de Cuba, ni las propias condiciones políticas que definen a este país caribeño resultaron impedimentos para que la huella Pionera quedara plasmada en la Joya del Caribe, Cuba.

A pesar de la realidad socioeconómica en la que está sumida la República de Cuba, el carisma de su  gente, su  historia y su cultura son los que la unen con Puerto Rico. Tal y como evocó la  poeta puertorriqueña Lola Rodríguez de Tió, “Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas, reciben flores y balas en un mismo corazón”. Sin embargo, aunque exista un vínculo estrecho, el escenario socialista en Cuba que ha dominado durante 54 años, las barreras con Estados Unidos y otros aspectos políticos, han imposibilitado que muchos puertorriqueños conozcan a Cuba desde otro ángulo.  Los Pioneros de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico lograron palpar, de primera mano, una realidad que cambió su perspectiva  de esta isla hermana.

“Debido a las relaciones políticas con Estados Unidos, no mucha gente tiene el privilegio de llegar a Cuba, pero yo lo logré. Estoy en la Isla prohibida de la que tanto hablan y a la que conoceré sin que nadie me cuente. La Católica me dio esta oportunidad y siento que la voy a aprovechar”, con esas palabras a Huellas del Futuro, el estudiante de Criminología Abdiel Rivera inició su aventura en Cuba.

Esta isla caribeña, que ha estado secuestrada por más de medio siglo, abrió sus majestuosas puertas para recibir a un privilegiado grupo de La Católica. Veintitrés Pioneros, entre profesores y universitarios, la recorrieron, de un extremo a otro.  Una experiencia que se inició el 27 de mayo y se extendió hasta el 7 de junio.

En la capital de La Habana, los Pioneros visitaron la histórica Plaza de la Revolución, el principal centro cívico y político de Cuba. Visitaron también el Museo de la Revolución, rico en la historia de una de las más grandes gestas para  este país: la revolución cubana. Ell antiguo Palacio Presidencial de la ciudad sirve como testigo a los hechos previos a la revolución hasta el 1959, fecha en que triunfó dicho movimiento.

Además, caminaron por  las calles de la histórica Habana Vieja.   Sus fortificaciones,  su arquitectura, con estilos neoclásicos y coloniales,  aún permanece intacta desde el siglo 17 y brilla en todo su esplendor. La Plaza de las Armas y la Catedral de la Habana Vieja son una  manifestación pura de esta riqueza cultural.

“Este viaje a Cuba ha sido enriquecedor en todos los aspectos. Pude conocer la Isla desde los ámbitos político, cultural, social, económico y religioso. Para mí, como estudiante graduado de Historia, fue una experiencia única que me gustaría repetir en un futuro cercano”, sostuvo el joven Reinaldo González Blanco.

En la Habana vieja, también conocieron la calle Obispo, famosa por ser un área comercial concurrida, el Capitolio y los reconocidos comercios de la Bodeguita del Medio y la Floridita.

Uno de los momentos más recordados para los estudiantes fue la visita a la Universidad de La Habana. Néstor Mesa Flores,  de la Oficina de Servicios Académicos Internacionales,  les dio la bienvenida. “Para nosotros es un honor que esta delegación de Puerto Rico pise la Universidad de La Habana. Nuestra Alma Máter les da la bienvenida a este prestigioso centro educativo, reconocido internacionalmente por su calidad académica” dijo.

En la Universidad de La Habana, se adentraron en la más respetada sala, el Aula Magna, lugar que curiosamente, ese mismo día, recibía al presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Sr. Thomas J. Donohue. Esto como parte de un importante encuentro con delegados del gobierno cubano. Los principales medios impresos del país cubrieron el acontecimiento. De hecho, en el Aula Magna ondeaban,  la bandera nacional de Cuba y la de Estados Unidos.

“En un Aula Magna llena de estudiantes, académicos y autoridades, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos elogió el actual proceso que  tiene lugar en la economía cubana, y abogó por el mejoramiento de las relaciones en nuestros países. Thomas Donohue ofreció la conferencia magistral en la emblemática sala de la Universidad de La Habana. Dijo que hay muy buenos negocios en los que se pudiera invertir en Cuba”, así leía Granma,  el periódico oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y el más leído en el país. Este hecho, en la opinión de algunos de los Pioneros, podría representar el inicio de una apertura pacífica entre ambos países.

En la Universidad de la Habana, además, participaron de la conferencia “Literatura y Cultura Cubana en el Siglo XX”, a cargo de la profesora Patricia Motora de la Facultad de Artes y Letras de esa prestigiosa Universidad.

De otra parte, en las afueras de la ciudad,también visitaron el poblado San Francisco de Paula, en el que ubica la Finca Vigía. Allí se encuentra la residencia del  extraordinario novelista norteamericano, Ernest Hemingway. Hoy la casa es un museo que exhibe un espacio personal conservado en un hermoso escenario natural. Y hasta allí llegó la delegación boricua. “Hemingway hizo mucho por Cuba y ayudó a muchos hermanos. Dejó un legado que ahora es un patrimonio del cual los cubanos nos sentimos muy orgullosos. Jugó un papel muy importante en nuestro país”, aseveró la guía turística cubana Yurina Plasencia Pérez. El autor de “Por quién doblan las campanas” y “El Viejo y el mar”, entre muchos otros clásicos literarios, falleció en 1961 en Estados Unidos. Fue ganador del Premio Pulitzer y del Premio Nobel de Literatura.

Asimismo, la Cuba nocturna brilló ante los ojos de todos. Descubrieron una atmósfera inigualable en la que se respiraban  aires de historia y cultura en el Malecón de la Habana, en el Hotel Nacional y en todos los rincones de la ciudad. Además, tuvieron una cita en la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña y en el Castillo de los Tres Reyes del Morro. Fueron testigos de la ceremonia legendaria del cañonazo de las nueve. Un grupo de soldados, con la indumentaria de los militares españoles del siglo 17, recrean diariamente el llamado a viva voz del cierre de las murallas que protegían la ciudad y que se efectúa a las nueve de la noche. El cañonazo se dispara, dejando en el aire un retrueno inolvidable para muchos. Desde siglos pasados, la ceremonia se celebra todos los días.

Para María de Lourdes Arroyo García, visitar Cuba fue una experiencia única y gratificante. “Pude conocer sus tradiciones y tener un contacto directo con nuestros hermanos cubanos. Pero, a la misma vez, me conmovió la necesidad económica y las carencias que padecen. Sin embargo, y a pesar de eso,  se ven alegres y vivarachos. Aman su cultura, su patrimonio, sus raíces y son muy semejantes a nosotros”, sostuvo la estudiante de Trabajo Social.

El recorrido por Cuba continuó hacia el Valle de los Viñales. Allí, una extensa finca de producción de tabaco estaba ante los ojos de los Pioneros. Hojas secas, húmedas y listas para enrollar, de manera natural, entusiasmaron a los chicos a saborear un habano de la mismísima tierra de Cuba. Actualmente, el tabaco es el producto élite de la economía cubana y mantiene su reinado entre los puros de máxima calidad en el mundo. La finca del Valle de Viñales goza de sobre 150 mil producciones de tabaco al año. “El tabaco es una de las producciones más importantes en Cuba. Visitar este valle y ver el proceso de la producción fue impresionante. Es el primer tabaco que he probado en mi vida y fue inevitable comprar más”, compartió sonriente Andrea Rodríguez Maldonado, del Departamento de Biología del recinto de Ponce.

De igual manera, quedaron sorprendidos por la majestuosa belleza de los mogotes en la cordillera de Guaniguanico, en la provincia de Pinar del Río. El paso del tiempo queda retratado en este lugar jurásico de la Cuba legendaria, a través de un gran Mural de la Prehistoria. Y en el interior de uno de los mogotes, la aventura continuó con un paseo en bote por las aguas de la Cueva del Indio. Se trata de una zona con muchas cuevas cársticas en las que se observan estalactitas y estalagmitas en formas curiosas.

La adrenalina se mantuvo fuerte con rumbo a Varadero. Allí disfrutaron de las templadas y hermosas aguas de la reconocida Playa de Varadero. Posteriormente, la ajetreada agenda continuó en el interior del país. En la ciudad de Santa Clara visitaron el lugar donde reposan los restos del líder revolucionario argentino, Ernesto “Che” Guevara. Asimismo, llegaron al museo donde se encuentra el llamado “Tren Blindado”, que hizo historia en el 1958 al ser asaltado por rebeldes guerrilleros bajo el mando del “Che” para atacar al ejército del entonces presidente de Cuba, Fulgencio Batista.

Conocer la historia de este país caribeño y la calidad de su gente, resultó inolvidable para Raisha Cruz Feliciano. “El poder interactuar con personas que sean tan parecidas a uno culturalmente fue muy gratificante. Muchas personas que nos encontrábamos conocen sobre la historia de Puerto Rico y de nuestra literatura. En el ámbito arquitectónico, también somos muy parecidos. Es una pena que,  por el bloqueo,  estas dos  islas caribeñas no se unan”, dijo la estudiante de Maestría en Historia y quien investigó sobre el periodismo católico en Cuba.

Los Pioneros visitaron, además, la  ciudad de Cienfuegos, la ciudad colonial de Trinidad y la provincia de Sancti Espíritu. Este último lugar, celebraba sus 500 años de fundación, por lo que su gente se desbordó en alegría, el pueblo estaba de fiesta. Camagüey fue otra de las ciudades  que resultó ser una  gran joya cultural. La ciudad de Bayamo fue su próximo destino. En ese lugar los Pioneros conocieron a los talentosos estudiantes de la escuela interna especializada en música y artes. Desde allí, esperaba al grupo una travesía de casi cuatro horas camino al oriente. Santiago de Cuba los aguardaba.

Ubicada en el área sureste de Cuba, Santiago de Cuba es conocida como la Ciudad de los Héroes. Es que fue allí donde se gestaron los movimientos de liberación nacional de las guerras de independencia.  Precisamente, en el Cementerio Santa Ifigenia descansan los restos del Padre de la Independencia y héroe nacional, José Martí. Acompañada por la bandera cubana y ubicada en un lugar estratégico  que permite la entrada de los rayos de sol,  como se alude en  sus versos, la tumba de Martí es siempre vigilada por militares. El cambio de la guardia se produce cada media hora. Igualmente, el diseño de la tumba está inspirado en una de sus cuartetas que hablan de su muerte. “Yo quiero cuando me muera, sin patria pero sin amo, tener en mi tumba un ramo, de flores y una bandera”.  En ese cementerio también se encuentra el Panteón de los Mártires de la Revolución y de los Caídos por la Defensa, entre muchos otros ilustres de ese país.

Santiago de Cuba, igualmente, es reconocida por la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba. A 16 kilómetros al oeste de esa ciudad, se alza la Basílica Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, que data de 1927. Al lugar llegan miles de personas para venerar a la Virgen por los milagros que,  según se cuenta, ha concedido al pueblo cubano. De hecho, allí ubica una gran mina de cobre que se descubrió para el 1500. Ese encuentro espiritual fue inolvidable para los Pioneros, quienes aseguraron, “vivieron un momento especial”.

Y no podían salir de Santiago de Cuba sin un encuentro con la historia real. Según se relata, el antiguo cuartel militar de Santiago de Cuba, la segunda fortaleza más poderosa de ese tiempo, fue atacado por un grupo de jóvenes revolucionarios. Dirigidos por Fidel Castro en el 1953, el asalto fue un fracaso. Murieron miles de personas, sin embargo,  ahí se inició la batalla exitosa que culminaría, años más tarde, con el triunfo de la revolución. Luis Enrique Fernández, estudiante de Maestría en Historia, admitió que fue su sueño pisar esa instalación, donde hoy opera una escuela. “Es un sueño porque siempre deseé visitar este lugar donde hay tanta historia. A pesar de que este asalto no tuvo éxito, impactó a toda Cuba y marcó unos hechos importantes que dieron paso a la revolución”, expresó.

Pero como un viaje de Santiago de Cuba a la Capital dura aproximadamente catorce horas por autobús, el grupo de profesores y estudiantes regresaron a La Habana por aire en el vuelo 203 de la aerolínea CUBANA. Ese fue su último día en este inolvidable país.

El primer viaje Pionero a Cuba culminó la tarde del 7 de junio, cuando regresaban a Puerto Rico, con escala en Panamá.

La coordinadora del viaje, la profesora Caridad Álvarez indicó, “Percibo que Cuba nos cambió un poco a todos y lo hizo de manera profunda. Nadie que no haya estado allí y vivido lo que vivimos, nos podrá comprender. Pero, intenten explicarlo con palabras, con fotos, con emociones, con sus ojos llenos de Cuba. (…) Las perspectivas de cada ser humano son únicas, como diversos son nuestros modos de sentir y pensar. Sin embargo, pudimos ser un todo múltiple y uniforme a la vez”.