¿Qué tal nos entendemos? Violencia en la pareja
Los institutos de Matrimonio y Familia y Doctrina Social de la Iglesia de la PUCPR presentaron el evento
El Instituto de Matrimonio y Familia y el Instituto de la Doctrina Social de la Iglesia, ambos de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, presentaron el evento ¿Qué tal nos entendemos? Violencia en la pareja. La actividad contó con la participación como ponentes de la jueza Brenda Vera Miró de la sala especializada en violencia doméstica en Ponce y la Dra. Hilda Burgos, profesora del Colegio de Ciencias de la Conducta de la PUCPR.
“El tema de la violencia familiar es uno muy actual y en Puerto Rico está en niveles sumamente altos. Con este conversatorio quisimos tratar este asunto de la violencia en las parejas y enfocarnos en identificar los distintos tipos y cómo evitarlos. Es nuestro granito de arena ante la terrible realidad de la violencia en las parejas en Puerto Rico y es nuestro rol educar para que esta nueva generación de jóvenes haga la diferencia” explicó el Dr. Jorge Macías de Céspedes, director del Instituto de Matrimonio y Familia.
Mientras el Lcdo. Israel Santiago sostuvo que “La violencia entre parejas parece ser un mal que no tiene fin. Son muchas las causas del mismo, entre ellas la normalización por nuestra sociedad de este tipo de conducta violenta. También el desconocimiento de las víctimas sobre las alternativas que tienen para salir de este tipo de relación. Por esto resulta imprescindible que, como universidad inspirada por los valores del evangelio, continuemos llevando el mensaje de que hay que combatir este mal y educar a nuestro pueblo sobre la forma de ayudar a las víctimas de este flagelo. Por eso quisimos organizar esta actividad donde dos conocedoras del problema brindarán una perspectiva del mismo, sus causas y los mecanismos para combatirlo”.
Por su parte, la Dra. Burgos ejemplificó comportamientos o acciones comunes en relaciones de pareja violentas. “Si tú eres víctima de violencia, estos son los indicadores que debes buscar, por ejemplo, cuando te digan frases “porque el dinero me lo gano yo y como me lo gano yo me lo voy a ganar.” “Tú no te mereces mi respeto porque tú eres un ser menor que yo” o “te tengo que golpear porque yo no te dije que te pusieras esa camisa”. Sabemos que no toda la violencia es solamente física. También está la violencia económica que se da muy a menudo, especialmente con poblaciones vulnerables. Añadamos la violencia psicológica en la que por ejemplo se dicen cosas como “tú no debiste haber nacido”, “tú no te mereces estar a mi lado”, esa es la psicológica. De otra parte, tenemos la violencia social, que es donde entonces se aísla a la víctima del entorno social. Aquí escuchamos por ejemplo “no vas a ir con tus padres” o “no vas a ir con tus hermanos”, “tú me perteneces”, y “no te puedes mover con otras personas que no sea yo” explicó Burgos.
“Cuando comenzamos los estudios sobre violencia, siempre pensábamos que las poblaciones jóvenes son las que están más expuestas a la misma. Pero la realidad es que todos estamos expuestos a la violencia porque es lo que está accesible y es el mecanismo que muchas veces utilizamos para solucionar nuestros problemas. La violencia ya no es exclusiva de la juventud. Tenemos que tomar conciencia de que la violencia no es la manera de solucionar nuestros problemas” añadió.
De igual manera, la jueza Brenda Vera Miró enfatizó en las herramientas legales que tienen las víctimas de violencia. “La ley 54 es la que normalmente llamamos la ley de violencia doméstica y que está dirigida especialmente a las personas que son víctimas de algún tipo de maltrato, ya sea físico, emocional, psicológico y también económico, como ha sido incluido recientemente. Esta ley existe para darles las herramientas de ayudas o para procesar las partes de manera criminal. Pues la primera herramienta que hay, quizás la más conocida es la orden de protección que se le da a toda aquella persona que lo solicite formalmente o a alguna persona que lo solicite por esta, porque entiende que está siendo víctima de lo que sería la violencia doméstica. También tenemos personal que les da apoyo en la sala especializada de violencia doméstica, especialmente personas que las ayudan para orientarlas, para ofrecerles ayuda, si es que necesitan algún tipo de albergue o situación o alguna orientación legal. La persona puede solicitar ayuda yendo directamente a la sala especializada de violencia doméstica. Si no puede ir personalmente, también lo puede hacer a través de un abogado, a través de la policía de Puerto Rico o en ocasiones a través de una persona que sea mayor de 18 años que en ocasiones puede ser hasta familiar, padres, hijos. Inclusive un patrono pudiese ir a solicitar la orden de protección en nombre de la persona que está siendo afectada” explicó la jueza.
La conferencia se celebró el martes, 17 de octubre en Sala Madre Teresa en el recinto de Ponce de la PUCPR.