“Pongámonos, como los Reyes, en el camino al encuentro de nuestro Dios”

Celebremos la fiesta litúrgica de la Epifanía del Señor

Cada 6 de enero el pueblo puertorriqueño celebra la tradicional fiesta de Reyes.  Según el Prof. Jesús Quintana, delegado para la Misión Institucional, esta celebración es un legado recibido de la influencia del pueblo español en la Isla. “Esta tradición se ha arraigado grandemente en nuestra gente, y sin la cual es imposible celebrar la Navidad.  Es un día de alegría, una extensión boricua de la Navidad, día de encuentro de la familia, regalos, celebración” expresó Quintana.

Pero esta fiesta no es solo algo cultural, también es una celebración religiosa.  La Iglesia celebra ese día la fiesta litúrgica de la Epifanía del Señor.  “Epifanía significa manifestación, aparición, revelación.  Ese día celebramos la manifestación del niño que ha nacido en Belén a toda la humanidad.  Estos sabios venidos de Oriente, guiados por una estrella, han venido desde tierras lejanas a Israel.  Son gentiles, son la representación de una humanidad que busca con todas sus fuerzas a Dios, representan a toda la humanidad.  Por eso, aunque el evangelio no nos da detalles de quiénes eran, de dónde o cuántos eran, la tradición los ha representado como tres, les ha puesto nombre y les ha asignado rasgos de las principales razas o culturas humanas” explicó Quintana.

Según Quintana esta fiesta litúrgica tiene doble relevancia pues es confirmación de que Jesús vino a salvar a la humanidad y porque los Reyes se convierten en modelos para los católicos. “Los Reyes están atentos a los signos de los tiempos, son capaces de levantar la vista y mirar al cielo.  Tienen el oído abierto y la mente despejada.  Lo arriesgan todo y se lanzan al camino en busca de una respuesta.  Una respuesta que le dé sentido.  He aquí la doble importancia de esta fiesta: por un lado, la confirmación de que Jesús ha venido para redimir, para salvar a toda la humanidad, que el mensaje del evangelio alcanza a todos, es universal.  Por otro lado, los Reyes se convierten en modelos nuestros.  Debemos ser como ellos, estar atentos a la manifestación de Dios en nuestra vida, a su irrupción en nuestra historia, a su entrada en nuestro acontecer.  Celebremos esta fiesta, parte de nuestra identidad de pueblo y pongámonos, como los Reyes, en el camino al encuentro de nuestro Dios” concluyó Quintana.

 

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