Mensaje del presidente Pascua 2017

¡Feliz Pascua de Resurrección! Basilio de Seleucia en su homilía pascual, en el siglo V, nos recuerda el ambiente festivo que vivimos en cada Pascua “Cristo, con su resurrección de entre los muertos,  ha hecho de la vida de los hombres una fiesta. Los ha colmado de gozo al hacerles vivir, no ya una vida terrestre, sino una vida celestial”. Por lo tanto queridos hermanos celebremos con mucha alegría y gozo la nueva vida que en Cristo comenzamos.

La Iglesia, desde sus comienzos, ha destacado la centralidad de esta celebración… la Pascua…la gran fiesta del cristiano. Más recientemente en la Nueva Evangelización, propuesta por los papas, se nos insiste que en cada Pascua celebremos con mayor intensidad el misterio de la Resurrección de Cristo de entre los muertos. Que recordemos que este  misterio es piedra anular de nuestra fe y que los primeros discípulos lo anunciaron desde el Pentecostés con gran fuerza y confianza.  Llamamos a este primer y central anuncio del misterio “kerigma”. El Capítulo 2, verso 32 del libro de Hechos de los Apóstoles nos presenta este misterio que se convierte en anuncio esperanzador y liberador  “A este Jesús, dice Pedro, Dios lo resucitó, de lo cual todos nosotros somos testigos”. San Pablo lo reafirma en la Primera Carta a la comunidad de Corinto (Capitulo 15, versos 3-5)  “Les trasmití, en primer lugar, lo que a mi vez recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; se apareció a Cefas y luego a los doce…”.

Durante la Cuaresma leí sobre la celebración Pascual en la Iglesia de Rito Oriental. Encontré un hermoso y conmovedor canto para la noche Pascual que nos llena de alegría y esperanza “Una Pascua divina hoy se nos ha revelado. Pascua nueva y santa. Pascua misteriosa. Pascua solemnísima de Cristo Libertador. Pascua inmaculada y grande. Pascua de los creyentes. Pascua que abre las puertas del Paraíso. Pascua que santifica a todos los cristianos…Pascua dulcísima, Pascua del Señor. ¡Pascua! Una Pascua santísima se nos ha dado. Es Pascua. Abracémonos mutuamente. Tú eres la Pascua que destruyes la tristeza. Porque hoy Cristo Jesús resucita resplandeciente”. Este himno nos recuerda que estamos ante un gran misterio libertador.  A través del misterio de su resurrección Cristo nos da la libertad y nos invita como creyentes a celebrarlo en grande,  agradeciendo, abrazándonos y felicitándonos.  La  Pascua es también una invitación a reafirmar nuestro compromiso de ser discípulos misioneros, convencidos del misterio que acabamos de celebrar salimos al mundo a proclamar el Kerigma. ¡Cristo resucitó! ¡Alegrémonos! ¡Vive entre nosotros!

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