“Me quedé sin trabajo”

¿Qué pasa cuando es el hombre de familia quien pierde su empleo?

Ante el escenario ágil y cambiante de la sociedad actual, el rol de la mujer continúa en plena transformación. El aspecto profesional y económico es un puntal clave en esta evolución. Más allá de ser una figura de grandes retos y capacidades, la mujer tiene una doble jornada: sus responsabilidades profesionales y las de su hogar. Y es que tradicionalmente el hombre era quien trabajaba y era el motor económico de una familia. Pero, en una familia en la que es el varón quien se queda sin empleo y la mujer es la proveedora, ¿cuál es el escenario? “Lo que históricamente se ha conocido es que el rol principal del hombre es ser el proveedor de la familia, pero al pasar  los años esto ha cambiado. La mujer tiene la doble jornada, fuera y dentro de la casa. Así que el impacto mayor para el hombre es quedarse sin trabajo. El papel para el que fue criado se lo acaban de cortar y ahora qué?”, cuestionó la Dra. Norma J. García, supervisora clínica de la Clínica Interdisciplinaria de Servicios a la Comunidad y psicóloga.

Según la experta en conducta humana, esta situación se trabaja como una pérdida. “Esto se trabaja como una pérdida porque lo  es,  y él estará en un proceso de negación. Un día se levantó y salió a buscar trabajo, pero mañana no quiere salir de la cama debido a que está en el proceso de aceptar esa pérdida.

García explicó que si son parejas jóvenes, el impacto no será tan fuerte porque hay una tendencia de que el hombre se quede en el hogar y la mujer salga a trabajar. Pero si llevan muchos años, la cultura machista es más marcada. “Tenemos esta presión familiar. El hombre que se queda sin trabajo puede sufrir mucho coraje, ira, frustración o depresión severa. Todo dependerá de cómo maneje la situación.

Pero, ¿cuál será el efecto en la pareja? El varón piensa que ahora es su esposa quien lo mantiene y se crea un ambiente que se convierte en una olla de presión entre ambos. La psicóloga sostuvo que podría ocurrir que la mujer se sienta incómoda al hablar de sus situaciones de empleo para que su compañero no se sienta irritado, entonces surge una inestabilidad en el hogar.  Explicó, además, que la tensión puede provocar que el hombre no colabore en el hogar. “Entonces se le hace más difícil a él cambiar el chip de programación. A esto se le suma la presión de sus amistades y su familia. Muchas veces este hombre hace un autoanálisis, se siente conforme y acepta la situación, pero de pronto, salió por la puerta y se encontró con sus amistades o familiares y eso puede generar tensión y agravar la situación” .

De hecho, aseveró que,  en muchos casos, la conducta del hombre pude cambiar. “Si antes era una persona que compartía con la familia, de momento desea estar aislado. Cambia la conducta con sus hijos, pero es parte de su frustración emocional y del sentimiento de culpa. El peligro de esto es que crece como una bola de nieve”.

Ante la pérdida de empleo en un escenario como este, el aspecto económico podría afectar la relación de pareja. Así que la psicóloga recomienda la comunicación. “Tenemos que sentarnos a hablar claro sobre las finanzas en el hogar. Es importante sentarnos a dialogar y a analizar cómo reorganizar la economía, hablar con los niños y explicarles los ajustes necesarios económicos. Ellos deben conocer la situación, por lo que no debemos mantenerlos al margen. Ellos sienten la tensión y se crean ansiedades e ideas erróneas”, dijo.

De acuerdo con García, los encontronazos económicos son una de las mayores razones para los problemas matrimoniales. De hecho es una de las principales causales de divorcio por las tensiones que incita.

Sin embargo, si la incomodidad y el malestar persisten y no logran resolver la situación como pareja, es vital acudir a un profesional, según la experta. “Puede que esta persona que se quedó sin trabajo entre en una depresión, esto afectará a la familia. Por eso,, tienen que buscar ayuda para reenfocarse y analizar juntos cómo salir de la situación” .

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