La misericordia en tiempos de crisis

Se unen en diálogo interdisciplinario para discutir el tema desde perspectivas diferentes.

Celimer Torres Rivera

Con el fin de abordar el tema de la misericordia en tiempos de crisis, el colegio de Artes y Humanidades de la PUCPR reunió a un grupo de panelistas para discutir el tema desde perspectivas diferentes y promover el diálogo entre los asistentes.  El panel estuvo compuesto por la Hna. Carmen Margarita Fagot Bigas, religiosa del  Sagrado Corazón, padre Feliciano Rodríguez, director del Instituto Superior Nacional de Pastoral de Puerto Rico de la PUCPR y fray Carlos Rodríguez, profesor de teología y filosofía de la PUCPR.  El Diálogo Interdisciplinario estuvo moderado y organizado por la Profa. Carmen Molina del Departamento de Trabajo Social de la Institución.

El panel estuvo compuesto por la Hna. Carmen Margarita Fagot Bigas, religiosa del  Sagrado Corazón, padre Feliciano Rodríguez, director del Instituto Superior Nacional de Pastoral de Puerto Rico de la PUCPR y fray Carlos Rodríguez, profesor de teología y filosofía de la PUCPR.

El panel estuvo compuesto por la Hna. Carmen Margarita Fagot Bigas, religiosa del Sagrado Corazón, padre Feliciano Rodríguez, director del Instituto Superior Nacional de Pastoral de Puerto Rico de la PUCPR y fray Carlos Rodríguez, profesor de teología y filosofía de la PUCPR.

En su intervención, padre Feliciano Rodríguez tocó el tema desde la perspectiva teológica y su base en la Biblia. Su presentación se dividió en tres aspectos: el marco histórico de la Biblia, la explicación profunda bíblico-teológica de la crisis y la solución bíblico-teológica: la misericordia.

“Toda la Escritura Sagrada está enmarcada en tiempos de invasiones. Recorre un período de más de mil años de opresiones en la época del surgimiento de los imperios antiguos. Es la historia de un pueblo pobre, un conjunto de grupos nómadas que anhelan tierra, paz y el libre culto a Yahveh. La Biblia es un paradigma de esperanza en más de mil años de durísimas crisis. Así pues, el marco de la Biblia es el de un pueblo pobre que descubre en Dios la fuente de vida y la justicia. La fe en el Dios que garantiza esa vida, en la libertad, es el tema de toda la Escritura judeo-cristiana” explicó el Sacerdote.

Según el padre Feliciano,  la Biblia también tiene una explicación profunda de la crisis.  En el Salmo 135, que resume todo el relato del Antiguo Testamento, la tierra entera y la nación existen por pura misericordia del Señor; las gobierna y se salvan por esa mirada compasiva que Dios les tiende. Todo lo que existe y toda la historia es obra de su misericordia. Pero el poder idolátrico trastorna ese orden y termina poniendo a la criatura sobre Dios y sobre el ser humano mismo. En la Biblia hay una contraposición constante entre el  ver  y el  escuchar. A Dios le corresponde  ver. Al hombre, en cambio, le toca  escuchar a Dios. La  fidelidad  es fundamentalmente obediencia, es decir, escucha. Cuando se cambia este orden acontece la crisis, la idolatría, que es el pecado por excelencia que trastoca todo. Cuando el ser humano se coloca como el que  ve, el que más sabe, y no como el discípulo, el que oye, se invierten los papeles. La desobediencia hace retroceder la creación hasta el caos nuevamente:  la crisis” abundó el religioso.

La solución a la crisis está clara en la Biblia y es la misericordia. “La misericordia de Dios provoca que se regrese al sentido verdadero de la creación, que es el enfrentamiento entre la  miseria  y el  corazón , con la  apuesta  por parte de Dios de que en ese enfrentamiento la misericordia vencerá sobre el juicio: “la misericordia y la fidelidad (la obediencia de la ley) se encuentran; la justicia y la paz se besan” (Salmo 84,11). En el momento de mayor desigualdad en la historia humana, cuando florecen los terrorismos más atroces, al Papa se le ocurre convocar un “jubileo de misericordia”. Unos proponen la violencia y el desquite; Francisco apuesta por la misericordia” puntualizó padre Feliciano.

Por su parte,  la Hna. Carmen Margarita Fagot discutió el tema desde la perspectiva social. “El compromiso con el cambio de las estructuras sociales generadoras de las actuales condiciones de exclusión se fundamenta en la propia humanidad de los jóvenes,  pues ellos mismos son parte de esta realidad victimaria.  Se dirige, también, a la transformación de esa humanidad a partir de la interioridad que lleva en sí la fuerza del corazón conmovido y movido a la misericordia. Se trata de una espiritualidad encarnada que parte de la vida y regresa a ella, pasando por un proceso de humanización al estilo de Jesús” explicó la religiosa.

La misericordia recobra su importancia ante el llamado del papa Francisco para reflexionar sobre ella. “Expresa el Papa el deseo de que el pueblo cristiano reflexione sobre esta actitud fundamental de vida para despertar la conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. En el pobre, dice el Papa, “la carne de Cristo se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado por las necesidades, llagado por el consumo, la violencia y la droga, flagelado por su pobreza, desnutrido, en fuga,  para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado” indicó la hermana.

La Hna. Carmen Margarita Fagot citó en su presentación al teólogo Jon Sobrino, quien propulsó el término principio misericordia.  “Nos dice Jon Sobrino que   el sufrimiento ajeno interiorizado es, pues, principio de la reacción de misericordia.  La misericordia, a su vez, se convierte en principio configurador de toda la acción de Dios, porque permanece como constante fundamental en todo el Antiguo Testamento.  Es a través de sucesivas acciones de misericordia que se revela el mismo Dios y,  porque la exigencia fundamental para el ser humano y, específicamente, para su pueblo es que rehagan esa misericordia de Dios para con los demás y, de ese modo, se hagan afines a Dios. A esta acción del amor la llamamos misericordia. Y de ella hay que decir que es una reacción ante el sufrimiento ajeno interiorizado, que ha llegado hasta las entrañas y el corazón propios” sostuvo la religiosa.

La hermana Carmen Fagot culminó su presentación agradeciendo la colaboración de la facultad de la PUCPR por los artículos de salud y medicamentos recolectados para el Proyecto Salud Integral en Haití del cual forma parte.  La religiosa añadió que los artículos ya fueron entregados a las personas necesitadas.

Fray Carlos Villanueva tuvo a su cargo el análisis del tema desde la perspectiva de la familia.  Su ponencia giró en torno de la importancia de la misericordia en la familia y recalcó la importancia de ver las necesidades que tiene este grupo y cómo estas afectan la estructura social.  Además, en su presentación incluyó el tema de los hogares sustitos y la problemática que enfrentan.

“La idea de la presentación ha sido entrar a la familia y mirarla desde el tema de la misericordia de Dios.  Especialmente aquí en Puerto Rico donde estamos experimentando tanto dolor, tantas angustias, tantos niños que son maltratados o que tienen que ser removidos de sus hogares para pasar a vivir la experiencia familiar a otro lugar. Mi idea es que podamos reflexionar mirando esta realidad desde la misericordia y que podamos tener mayor conciencia de la familia que necesita del amor y del perdón internos para poder formar buenos ciudadanos” explicó fray Carlos.

La Profa. Carmen Molina,  moderadora y coordinadora del diálogo expresó “Este tema es importante para nosotros los puertorriqueños porque estamos acostumbrados a hablar de crisis,  pero no nos tomamos el tiempo de mirar para el lado y ver lo que somos como pueblo.  Perdemos la oportunidad de identificar la misericordia de Dios que es para todos.  La crisis es el momento oportuno para Dios quien nos muestra su misericordia y es también nuestra oportunidad  para aceptarla”.

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