La Alimentación Nos Une
Celebrando la salud, la cultura y la convivencia a través de la gastronomía
Por: Yadira Pacheco, chef y profesora PUCPR
El marco del mes de la nutrición es un buen momento para reflexionar sobre el papel fundamental que
la alimentación juega en nuestras vidas. Más allá de ser una necesidad biológica, la comida es un
vehículo poderoso para la unión social, el cuidado de la salud y la celebración de nuestras tradiciones
culturales. “La alimentación nos une” es mucho más que un lema para celebrar el mes de la nutrición, es
un recordatorio de cómo, a través de los alimentos, compartimos momentos especiales, fortalecemos
los lazos familiares y comunitarios, y promovemos el bienestar físico y emocional. En este mes
celebramos no solo la importancia de una nutrición equilibrada, sino también el impacto que nuestras
costumbres culinarias tienen al conectarnos con quienes nos rodean y con nuestras raíces culturales,
creando espacios de convivencia y salud compartida.
En Puerto Rico, la comida es una verdadera celebración de nuestra diversidad y raíces, un reflejo de la
fusión de influencias taínas, africanas, españolas y otras que han dado forma a nuestra Isla. Cada plato
es una narración que transmite historias de generaciones pasadas y mantiene vivas nuestras costumbres
más queridas. Este mes, resaltamos la importancia de la gastronomía como una poderosa herramienta
para promover el bienestar, honrar nuestras tradiciones y construir puentes entre comunidades,
creando un espacio de encuentro, aprendizaje y disfrute para todos. Al celebrar el mes de la nutrición,
reafirmamos la idea de que la comida es mucho más que sustento; es un vehículo de conexión y
educación. A través de la gastronomía, podemos promover hábitos saludables mientras mantenemos y
compartimos las riquezas de nuestra cultura puertorriqueña. Al disfrutar juntos de los sabores que nos
identifican, no solo estamos fortaleciendo nuestra salud, sino también nuestras tradiciones, nuestras
historias y nuestra comunidad.
A continuación, les presento algunas tendencias y características clave que demuestran cómo la
alimentación no solo cumple con la función de nutrirnos, sino que también actúan como un vínculo que
une a las personas, promueve el bienestar y celebra nuestras tradiciones culturales.
1. La alimentación como conector social, dentro de las cuales se encuentran los movimientos, la comida
como espacio de convivencia, las comidas compartidas ya sea en un almuerzo familiar, una fiesta o en
un evento comunitario y redes de apoyo comunitario. Estas iniciativas locales, como los mercados de
agricultores, las cenas comunitarias y las cooperativas de alimentos, ayudan a crear un sentido de
comunidad, al mismo tiempo que se apoya la economía local.
2. Tendencias de alimentación saludable como la local y sostenible (Farm to Table), la reducción del
desperdicio alimentario y las dietas plant-based (basadas en plantas). Estas tendencias tienen un papel
protagónico muy importante este año en la celebración del Mes de la Nutrición.
3. La celebración de la diversidad cultural a través de la comida muestra lo que somos y de dónde
surgimos. Esta puede representarse con el uso de platos tradicionales que representen identidad
cultural, el intercambio culinario global y la fusión de sabores que ha permitido que diferentes
tradiciones se entrelacen, creando platos innovadores que reflejan la diversidad de ingredientes y
técnicas culinarias.
4. El rol de la comida en el bienestar emocional y mental: La alimentación no solo cumple una función
física, sino que también tiene un impacto significativo en nuestro bienestar emocional y mental. Los
alimentos pueden generar felicidad y promover el bienestar a través de diversos aspectos, tales como: el
acto de cocinar como terapia, el poder de la comida para transmitir amor y cuidado, y la importancia de
la comida reconfortante. En particular, los alimentos tradicionales poseen un componente emocional
profundo, proporcionando consuelo y estabilidad, especialmente en momentos de estrés o
incertidumbre.
5. La comida como pilar para la educación nutricional: La alimentación es un pilar fundamental para la
educación nutricional, especialmente durante el mes de marzo, al resaltar la importancia de incorporar
una buena nutrición en nuestras vidas. Esto se logra mediante la integración de la nutrición desde la
infancia, la educación comunitaria sobre prácticas alimentarias saludables y la promoción de la
seguridad alimentaria. En el contexto de la sostenibilidad, esta última no solo implica tener acceso a
alimentos saludables, sino también aprender a cultivar, almacenar y preparar esos alimentos de manera
eficiente.
En definitiva, la gastronomía es una de las expresiones más auténticas de nuestra identidad como
pueblo. Durante este mes de la nutrición, al reconocer la importancia de una alimentación balanceada,
también resaltamos cómo la comida puede ser un vehículo de transmisión de nuestras tradiciones y
valores culturales. Cada plato que compartimos en nuestra mesa nos conecta no solo con el pasado,
sino también con el presente y el futuro de nuestra comunidad. La comida, además de ser una fuente de
salud, es una herramienta poderosa para fortalecer la convivencia, fomentar el respeto por la diversidad
y promover la unidad en nuestro país. Al valorar lo que comemos, no solo estamos cuidando nuestra
salud, sino también celebrando la riqueza cultural que nos une. Que este mes de la nutrición sea un
recordatorio de que la verdadera riqueza de nuestra alimentación radica en cómo, a través de ella,
podemos nutrir tanto el cuerpo como el alma, mientras preservamos y compartimos lo mejor de nuestra
herencia cultural.
RECETA QUE REFLEJA COMO LA GASTRONOIMÍA NOS UNE EN TÉRMINOS NUTRICIONALES Y
CULTURALES, ADEMÁS VA DE LA MANO CON NUESTRA CELEBRACIÓN CRISTIANA DE CUARESMA:
CALDO SALTO
Para la leche de coco fresca
3 cocos frescos
4-5 tazas de agua fresca
Para el resto de la sopa
1½ libras de pescado fresco (pargo, dorado o mero) o jueyes frescos (cangrejos)
1 libra de batata blanca o boniato cortado en trozos
½ libra de calabaza cortada en trozos
½ libra de yautía cortada en trozos
1 plátano verde cortado en rodajas de ½ pulgada
3 dientes de ajo triturados
3 ajíes dulces, picados finamente
1 pimiento verde, picado finamente
hojas de culantro al gusto
3 ramitas de cilantro
1½ cucharadas de aceite de achiote
3 tazas de agua
Sal al gusto
PREPARACIÓN
Para la leche de coco
1. Cubre un recipiente grande y profundo con gaza tupida, estopilla o una toalla de cocina limpia y
ponlo a un lado.
2. Abre los cocos. Vierte el agua en un recipiente y resérvala. Separa la cáscara de la pulpa. Corta la
pulpa en trocitos pequeños y colócala en una licuadora junto con el agua de coco y un poco del agua
fresca.
3. A una velocidad alta tritura el coco. Agrega el resto del agua. La idea es obtener una mezcla líquida
que puedas colar. Si la licuadora es pequeña deberás triturar el coco en varias sesiones.
4. Vierte la mezcla de coco y agua sobre el recipiente cubierto con la estopilla. Recoge los bordes de la
estopilla y comienza a exprimir la mezcla para obtener toda la leche posible. Exprime con fuerza hasta
que los residuos de coco queden prácticamente secos. Puedes hacerlo en sesiones si te resulta más
fácil.
5. Cuando obtengas 6 tazas de leche de coco fresca descarta el coco seco (no tendrá mucho sabor) o
guárdalo para utilizar en otra receta. Coloca a un lado la leche mientras preparas el resto del caldo.
Para la sopa
1. Coloca el pescado y la leche de coco fresca en una olla grande. Sazona a gusto con sal y cocina a
fuego mediano-alto hasta que el pescado se haya cocinado, más o menos de 10-15 minutos. Cuela el
pescado y reserva el caldo. Descarta las espinas, si tuviera alguna.
2. En la misma olla, sofríe el ajo triturado, el pimiento, los ajíes, las hojas de culantro y el cilantro con
el aceite de oliva.
3. Agrega el caldo en el cual cociste el pescado y las viandas. Si es necesario, agrega más agua para
cubrir los vegetales. Cocina a fuego mediano-alto, revolviendo de vez en cuando, hasta que las
viandas estén tiernas.
4. Desmenuza el pescado (puede ser que durante la cocción se haya desmenuzado) y agrégalo a la
olla. Cocina a fuego mediano-bajo por 10 minutos más. Antes de servir, menea la sopa bien para
evitar que la leche de coco se separe.