Inmortalizados para la historia

Son homenajeados como “Ponceños Ilustres”

La soprano ponceña junto a su hijo, el tenor Aniello Alberti y la alcaldesa de Ponce, María Meléndez.

La soprano ponceña junto a su hijo, el tenor Aniello Alberti y la alcaldesa de Ponce, María Meléndez.

Por:  Jalibeth Rodríguez Rivera

Gozan de brillantes talentos.  Son dos Pioneros que han regalado su experiencia y conocimientos a la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico tras una extensa y enriquecedora trayectoria artística.    Se trata de la reconocida soprano ponceña, Irem del Carmen Poventud Goyco y del director coral, el maestro Rubén Colón Tarrats.  Ambos han escrito páginas en la historia musical internacional. Por eso fueron bautizados por el Municipio de Ponce como “Ponceños Ilustres”.

La alcaldesa de Ponce, María “Mayita” Meléndez Altieri ofició la Ceremonia de Exaltación de veintidós distinguidas personalidades ponceñas, como Ponceños Ilustres, en catorce disciplinas.  El magno evento se celebró el jueves, 13 de diciembre de 2013 en el Parque del Tricentenario de la Ciudad Señorial.

El Maestro Rubén Colón Tarrats recibió una resolución del Municipio de Ponce como "Ponceño Ilustre".  El director coral sonríe junto a su hijo, Rubén Colón y la Alcaldesa.

El Maestro Rubén Colón Tarrats recibió una Resolución del Municipio de Ponce como “Ponceño Ilustre”. El Director Coral sonríe junto a su hijo, Rubén Colón y la Alcaldesa.

“Se dice que la historia de los pueblos se escribe día a día, para que las futuras generaciones sean testigos, conozcan y recuerden las gestas y hazañas de aquellos ciudadanos que dieron lo mejor de ellos.  De esta forma, el nombre de su ciudad brillará en el firmamento, con luz propia, colocándolo muy en alto a través de sus acciones y ejecutorias.  Ponce se enorgullece en exaltar a veintidós distinguidos ciudadanos, que desde hoy serán  Ponceños Ilustres,  en este monumento del Parque del Tricentenario”, expresó en su mensaje Meléndez Altieri.

Las ejecutorias artísticas de la actual directora de Relaciones Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Irem Poventud y del Maestro Rubén Colón Tarrats fueron exaltados en la categoría musical.

Monseñor, expresó orgulloso “les saluda un ponceño nacido en La Rioja España, porque los ponceños nacemos donde nos da la gana”.

Monseñor, expresó orgulloso “les saluda un ponceño nacido en La Rioja España, porque los ponceños nacemos donde nos da la gana”.

“Acepto este reconocimiento con todo mi corazón y humildad.  Doy gracias a mi Dios por regalarme el don de la música y a mi familia por apoyarme”, sostuvo Poventud Goyco, quien se destacó como soprano en los años 70.  Por su parte, Colón Tarrats dijo  “la música ha sido mi pasión y compartirla con la juventud ha sido de gran satisfacción para mí.   La música crea carácter y personalidad, crea hombres y sabios por eso agradezco este homenaje”.

La categoría de Ponceñista recayó en el Obispo de Ponce y Gran Canciller de la PUCPR, S.E.R Mons. Félix Lázaro Martínez.  Monseñor, expresó orgulloso “los saluda un ponceño nacido en La Rioja España, porque los ponceños nacemos donde nos da la gana”.

Además, en el área de educación fue exaltado el Prof. Ely D. Oquendo Rodríguez, catedrático del Depto. de Historia, Bellas Artes y Música de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, quien ha sido reconocido como historiador y escritor.   El exalmuno Rafael Serrano Segarra, se unió a la lista de Ponceños Ilustres.  El deportista representó a Ponce a nivel internacional.

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Irem fue reconocida a nivel internacional.

Irem fue reconocida a nivel internacional.

Irem Poventud…Una joya artística de la cultura puertorriqueña

Irem Poventud Goyco es considerada una de las cantantes de ópera más populares de su época.  Su  potente voz en la ópera, sus extraordinarias dotes actorales y su dominio escénico fueron pieza clave para subir como espuma en los años ’70.   La actual directora de Relaciones Públicas de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico deslumbró en prominentes escenarios a nivel internacional.  La soprano ponceña, se destacó en el mundo lírico, especialmente: la ópera, opereta y zarzuela y como concertista.  Exhibió al mundo la cultura de sus raíces ponceñas, al interpretar la danza puertorriqueña en cientos de presentaciones en Europa, América Lantina, Estados Unidos y el Caribe.

A muy temprana edad comenzó sus estudios musicales como pianista, en su ciudad natal de Ponce, bajo la tutela del gran compositor puertorriqueño Amaury Veray.

En entrevista con Huellas del Futuro, Irem indicó que su abuela fue su inspiración en la música operática.  – Leer más-

“Recuerdo a mi abuela  que me sentaba en su silla de madera escuchaba grandes artistas de la ópera en esa época y fue allí que comenzó mi pasión por este estilo musical.  Yo le debo mucho a mi abuela porque me apoyó en todo mi proceso artístico”, expresó.  Mientras continuaba sus clases de piano, admitió que,  a escondidas practicaba estos cantos.  Sin embargo, fue cuando participó como pianista del Coro  que el padre  italiano Vittorio Bosca descubrió su talento.  “Yo no me atrevía a cantar, pensaba que ese estilo requería de técnicas muy avanzadas y yo no lucía, pero cuando me invitaron a tocar piano en el coro del Liceo Ponceño, el grupo cantó y, de momento, lo intenté.  Cuando el Padre preguntó  de quién era esa voz, callé, pero una compañera me reveló.  Desde ese entonces, comencé  a pulir mi magia”, relató.  Así que comenzó estudios en técnica vocal y teatral en San Juan de la mano de los grandes exponentes de estos campos en la época.

En los 70 se lució en prestigiosos escenarios de Europa.

En los 70 se lució en prestigiosos escenarios de Europa.

Al graduarse Cum Laude de Bachillerato en Artes con concentración en Estudios Hispánicos  de la entonces Universidad Católica de Puerto Rico, recibió una beca del Metropolitan Opera Association y del Instituto de Cultura Puertorriqueña.  Esto con el fin de proseguir estudios especializados en Julliard School of Music  y en el Young Artist Studios del Metropolitan Opera Association en New York.  Allí estudió con reconocidos profesores de técnica vocal tales como Florence Page Kimball, Lilly Wexberg, Marenka Gurewych y Otto Guth.

Bajo el auspicio del Metropolitan Opera Association  hizo su debut profesional,  tanto operático como de concierto,  en el Lincoln Center en New York.

Posteriormente,  participó de programas de estudios profesionales bajo el auspicio del Maestro Pablo Casals en Barcelona, España donde estudió repertorio de canción de arte y zarzuela con la insigne Conchita Badia.   En la ciudad de Vienna estudió con el gran director de la Opera StattOper Haus,  Henry Smidt.

Como concertista se destacó en importantes salas de conciertos  como Alice Tulley Hall, Tawn Hall y Carnegie Hall en Nueva York.  Hizo giras de concierto en los Estados Unidos y Canadá, bajo los auspicios del Columbia Artists Community Concerts Series.  Así también en Europa, Sur América y el Caribe.  Mientras en Puerto Rico, se presentó en conciertos del Festival Casals, como solista de la Sinfónica de Puerto Rico, en la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico y en el Instituto de Cultura Puertorriqueña, entre otros.

Sus dotes de actriz se envidenciaron en sus más grandes obras de ópera.

Sus dotes de actriz se envidenciaron en sus más grandes obras de ópera.

Poventud fue la primera puertorriqueña en cantar un rol estelar en la San Francisco Opera House, interpretando los roles de Lauretta en Gianni Schicchi, junto a Donald Graham y la dirección de Jean Pierre Ponell, al igual que el rol de Adina en el Elissir d’Amore.  Asímismo, la ponceña fue  invitada para ser parte del San Francisco Opera Benefit Concert,  honor que compartió  junto a Plácido Domingo, Renatta Scotto, entre otros. Su carrera operática internacional la llevó a presentarse en importantes teatros en Europa, Latinoamérica y el Caribe.  Además, Irem  fue la primera puertorriqueña en cantar un rol operático en el Teatro de la Opera de Belgrado, interpretando el rol de Mimí  de La Boheme. En el Teatro San Carlo de Nápoles  interpretó el rol de la heroína de Tosca de Giacomo Puccini, lugar  donde  conoció a su actual esposo, el reconocido tenor italiano y empresario Giovanni Alberti.

Es en  la Zarzuela y en la Opereta que la soprano cautivó la audiencia haciendo historia.  Fueron en el  Teatro Tapia, el Teatro de la Universidad de Puerto Rico y en el Centro de Bellas Artes donde encarnó las inmemorables heroínas y divas de estos géneros, exaltando sus grandes destrezas vocales, pero sobre todo actorales. En la ciudad de Miami interpretó, entre otros,  el rol  de Rosa la China del Maestro Lecuona,  siendo ésta la primera vez que se llevaba a escena luego del exilio cubano Castrista.  Este género la llevó a estrenar el Teatro Nacional en Santo Domingo.  Así también, se presentó en Estados Unidos, Centro y  Sur América así como el Caribe.

Entre sus grabaciones cabe destacar los dos álbumes de coleccionista de danzas puertorriqueñas auspiciados por el Instituto de Cultura Puertorriqueño, haciendo distinguida interpretación de este género como canción de arte de la música culta puertorriqueña.

En escenarios tan distantes como Belgrado e Italia, fueron testigos de la voz de la soprano Irem Poventud, interpretando la  inmortal danza puertorriqueña del maestro Morel Campos “Felices días”.   La ahora relacionista pública también es parte de los archivos históricos y biográficos en publicaciones como la “Enciclopedia del Instituto de Cultura Puertorriqueña”- Tomo Música, “Enciclopedia Alfabética de Puerto Rico” –Tomo 5 ,  “ Enciclopedia Puertorriqueña del siglo XXI”,  “Biografía de grandes mujeres de Puerto Rico” , “150 años de Zarzuela en Puerto Rico y Cuba” entre otros.  Actualmente su trayectoria está plasmada en la Sala de la Cotidianidad del Museo de la Historia de Ponce.

Ha recibido múltiples menciones y premiaciones,  en y fuera de Puerto Rico.  En el área de la Música, el Instituto de Cultura Puertorriqueña  premió a nuestra distinguida soprano tanto en San Juan como en la ciudad de Nueva York.  El periódico El Nuevo Día la seleccionó como una de las mujeres más noticiosas de la década de los 70.  En el Municipio Autónomo de Ponce fundó, junto al ilustre músico Henry Hutchinson, el primer Campamento Musical Infantil y la primera Orquesta Sinfónica Juvenil de Ponce.

De su matrimonio con el tenor italiano Giovanni Alberti procreó dos hijos:  el tenor Aniello Alberti y el empresario Gian Michele Alberti, siguiendo estos la trayectoria de sus padres.

Irem Poventud es una de las sopranos más representativa  de una gran generación de artistas puertorriqueños.   Su entrega, pasión y disciplina hicieron de ella una extraordinaria embajadora  de Ponce y de Puerto Rico.  “Agradezco a Dios por el don que me dio y le envío un mensaje a la juventud a que sean valientes para seguir sus sueños y que sean disciplinados”, afirmó.

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