“Hago un llamado a todos los que no lo han querido hacer: vacúnense”

Mons. Ángel Luis Ríos Matos, obispo de la diócesis de Mayagüez exhorta a la vacunación.

 

Monseñor Ángel Luis Ríos Matos, obispo de la diócesis de Mayagüez, comparte mensaje sobre el repunte en los casos de COVID-19 y hace un llamado a la comunidad para que se vacunen. “Hace unos meses las estadísticas del COVID eran alarmantes y la amenaza era tal que se llegó a temer el colapso de los servicios de salud en la Isla. Gracias a la llegada de las vacunas, una gran masa de la población acudió prontamente se inocularon, amén de todas las medidas que se tomaron. El resultado lo vimos, comenzó a bajar la curva y llegamos a pensar que estaba cerca el momento de cantar victoria. Los servicios se reabrieron y la reapertura se hizo una realidad. Esa reapertura coincidió con una renuencia grande de una gran masa poblacional a administrarse la vacuna. Unos por motivos médicos, otros por motivaciones religiosas y otros porque no y punto. Y por más peticiones, continúan en su actitud antivacunas” indicó el obispo en su mensaje.

El pastor expresó, además, su preocupación ante el acelerado aumento de los casos, en especial, en el área oeste de Puerto Rico.  “El descuido de las medidas de protección junto a la retranca de algunos a la vacuna ha rendido frutos negativos para todos. El COVID y sus nuevas cepas vuelven a ser una seria amenaza. El área oeste parece que, sobre todo por motivos de movilidad poblacional debido al turismo, tiene una alta tasa de positividad. Las infecciones pululan por doquier inclusive entre muchos vacunados” manifestó.

“Como pastor hago un llamado a todos los que no lo han querido hacer: vacúnense.  El momento es crucial. A todos nos toca aportar nuestro granito.  La vacuna logró una disminución de las infecciones, pero si no logramos alcanzar las metas de inmunidad de rebaño, estamos abocados a sucumbir. ¡Esto es serio! Hay que superar las mentalidades pseudocientíficas y pseudoteológicas. Hagámoslo por amor a muchos enfermos, por amor a nuestra niñez, por amor a la patria, por amor a Dios. Moralmente el derecho a nuestros criterios personales nunca puede ir por encima del criterio del bien común. Pongámonos de pie. Demos un paso hacia adelante. Acudamos a la vacuna y ,con la gracia de Dios, veremos el fin de este flagelo” concluyó.

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