¿Eres un nuevo cuidador? Lo que debes saber y hacer

Recomendaciones para ayudar a los cuidadores en este proceso

Por: Dra. Hilda Burgos Ocasio,
catedrática Departamento de Trabajo Social, PUCPR

Ante el aumento de la expectativa de vida, el número de adultos mayores que necesitará asistencia en el manejo de salud y tareas de vida se vuelve una realidad cercana. La misma puede surgir por el deterioro natural de la edad, un evento inesperado, o por una enfermedad. Sin importar la razón, la tarea de cuidar a un adulto mayor requerirá de dedicación y compromiso total. Esta responsabilidad nos puede resultar abrumadora; especialmente al inicio, cuando apenas comenzamos a comprender lo que conlleva el cuidado a largo plazo. Si eres nuevo en el mundo del cuidado de un adulto mayor, aquí te comparto una serie de recomendaciones para ayudarte en este proceso.

Inicialmente, es imperante comprender las necesidades del adulto mayor a cuidar. Como cuidador, investiga las condiciones de salud específicas, sus medicamentos y tratamientos. Familiarízate con los síntomas y los cuidados que habrá de necesitar. Existen numerosos recursos tecnológicos, libros, podcasts y organizaciones que ofrecen capacitaciones específicas para cuidadores.

En segundo plano, es recomendable hacer ajustes en el hogar para hacer el día a día más seguro. Esto consiste en minimizar elementos que puedan representar un peligro para el adulto, e incluye que tengan acceso a espacios donde puedan movilizarse de forma segura, mantener fuera de su alcance utensilios filosos o productos de limpieza, entre otros. También, se hace imprescindible la instalación de barras de apoyo en el baño, mejorar la iluminación en pasillos y escaleras, y todo aquello que provea seguridad. Los medicamentos deben ser organizados en las dosis pertinentes y que sean de fácil acceso.

Un elemento clave que necesitas considerar es el establecimiento de una rutina y respetar su independencia en la medida en que sea posible. Como cuidador, esto tal vez te resultará muy difícil de entender y hacer. Sin embargo, los adultos mayores suelen sentirse más cómodos y seguros cuando tienen una rutina establecida. Esto les permite anticipar lo que ocurrirá durante el día. Por ello, intenta establecer horarios para actividades como el baño, las comidas, el tiempo de descanso, entre otros. Sin embargo, si bien necesitarán de tu ayuda, siempre que sea posible permíteles tomar sus propias decisiones, para que sientan que aún tienen control sobre sus vidas. Tu rol de cuidador no es decidir por el adulto mayor, sino asistirlo para que mantenga su dignidad y calidad de vida.

El cuidado de un adulto mayor requiere altos niveles de empatía y paciencia, ya que los que lidian con enfermedades o limitaciones físicas pueden experimentar cambios de humor, frustración y ansiedad. Por ello, la próxima recomendación es que, como cuidador, logres aceptar que puede ser difícil ayudarlos. Recuerda que la paciencia y la comprensión serán tus mejores aliados en estas situaciones. Trata de ponerte en su lugar, entendiendo que, más allá de sus necesidades físicas, el adulto mayor también puede estar enfrentando miedos y preocupaciones relacionadas con el envejecimiento y la pérdida de independencia.

Por otra parte, la tecnología puede ser un gran instrumento para utilizar. Existen aplicaciones y dispositivos que pueden, de forma práctica, asistirte en organizar y recordar horarios de medicación, citas médicas y rutinas diarias. Además, ayuda en el seguimiento del estado de salud del adulto mayor, como sus niveles de presión arterial o ritmo cardíaco, conocer síntomas o características de condiciones médicas y acceso a recursos de apoyo. También, puedes utilizarla para recurrir a servicios de apoyo, como cuidadores externos o instituciones especializadas en el cuidado de adultos mayores.

Una de las recomendaciones más significativas es prestar atención y cuidado a tu salud mental y emocional. Recuerda que es común que los cuidadores, especialmente aquellos que son familiares, se sientan culpables por tomarse tiempo para ellos mismos. Sin embargo, es fundamental recordar que, para cuidar bien a otra persona, primero debes estar bien contigo mismo. Practica el autocuidado, busca actividades que te permitan relajarte y desconectarte y no dudes en pedir ayuda a otros familiares o amigos. Busca grupos de apoyo para cuidadores donde puedas compartir tus experiencias y obtener orientación profesional. El cuidado de un adulto mayor puede ser un camino lleno de desafíos y momentos de gran estrés. Para lidiar con esta carga emocional es fundamental que aprendas a manejar el estrés. Existen técnicas como la meditación, la respiración profunda y el ejercicio físico, que pueden ayudarte a liberar tensiones. Asimismo, expresar tus emociones con alguien de confianza, ya sea un amigo, familiar o profesional, puede evitar que las frustraciones se acumulen. Acepta que es normal sentir agotamiento o tristeza en ocasiones y no temas en buscar ayuda si lo necesitas.

Ser cuidador de un adulto mayor es un reto complejo, pero también puede ser una experiencia enriquecedora. Al seguir estas recomendaciones, puedes desarrollar una relación de cuidado más sana y efectiva y enfrentar los desafíos con mayor seguridad. El ser cuidador de un ser querido es una travesía llena de aprendizaje y demostración de amor, en tanto se acepte como una oportunidad de crecer y fortalecerse juntos.

 

 

 

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