El papel y la estrategia de la exclusión en la cultura de descarte 

Continúan los eventos de la III Certificación en Responsabilidad Pública y Gobernanza.

El conversatorio El papel y la estrategia de la exclusión en la cultura de descarte   forma parte de los eventos de la III Certificación en Responsabilidad Pública y Gobernanza.

 

¿Cómo afecta la vida de los seres humanos el hecho de que haya estrategias de exclusión? ¿Por qué son tan exitosas las estrategias de exclusión a pesar de los resultados a los que llega? Con el fin de reflexionar sobre esto se presentó el conversatorio El papel y la estrategia de la exclusión en la cultura de descarte  que forma parte de los eventos de la III Certificación en Responsabilidad Pública y Gobernanza.   El panel estuvo compuesto por el Lcdo. José A. Frontera Agenjo, vicepresidente de Finanzas de la PUCPR; el Dr. Javier Colón Morera, catedrático de Ciencias Políticas de la UPR, recinto de Río Piedras; y el Dr. Víctor García San Inocencio, coordinador de ReSTI.

“Tenemos que reconocer que el sistema en el que vivimos en todos sus órdenes, entiéndase jurídico, económico y político, parte de la explotación de las diferencias o de la aparentes diferencias entre las personas; parte de la explotación de los puntos en los que no estamos de acuerdo   con la intención de que esas cosas en las que divergimos se conviertan en puntos de apoyo a diferencias en visiones políticas, económicas, al enfrentamiento en el tema religioso y otras realidades de la vida. ¿Con qué propósito? Para que desde esa lucha continua a la que parecemos enfrentarnos entonces pasemos por el tema de la exclusión del otro, de la cancelación del otro y eventualmente del descarte del otro. Si miramos, por ejemplo, el uso y el control de los medios de comunicación y de información para generar luchas horizontales, vemos cómo se utilizan esos espacios de información para crear estas diferencias horizontales aparentes y mantener a la gente en discusiones que los apartan de la realidad que se quiere plantear” expuso el Lcdo. Frontera en su presentación. El licenciado usó como ejemplo la situación en lugares donde se explota   la diferencia entre negros y blancos para generar inequidades distributivas de accesos a los medios formales y la insuficiencia de esos medios, como por ejemplo, el acceso a la justicia para que los más débiles puedan defenderse y reclamar sus derechos.

“El movimiento de los derechos humanos que tuvo su auge en la década de los 70 y se mantiene en el mundo contemporáneo como un discurso dominante, no tiene una respuesta adecuada al problema de la desigualdad porque, en cierto modo, la propia declaración universal de derechos humanos no se enfrenta frontalmente al tema de la desigualdad. Lo que alude esta declaración es a que todas las personas deben tener unos mínimos de vivienda, salud, acceso a servicios básicos, pero esa distancia enorme que se está formando entre las capas superiores y las capas inferiores es un asunto que el movimiento de derechos humanos no sabe cómo atender adecuadamente. El gran reto de nuestro tiempo, en ese sentido, sería plantearnos cómo ese movimiento puede desarrollar una agenda contra la desigualdad, porque los descartes son productos de la desigualdad y de la capacidad que tiene un sistema sociopolítico de funcionar por la existencia de estos descartes, de estas poblaciones excluidas” expresó el Dr. Colón Morera.

Por su parte el Lcdo. Víctor García San Inocencio indicó “El descarte en muchas de sus manifestaciones es producto de la exclusión. Esta es estructura y estrategia a la vez que se retroalimentan. La estrategia supone intencionalidad, descansa en un plan. Muchas veces se actúa y hasta se planifica por conveniencia egoísta formas de hacer, desarrollar o usufructuar la exclusión. Ello requiere estructura y controles, típicamente y de manera principal de orden político, jurídico y mediático. Ambas, estructura y estrategia, convergen retroalimentándose y tornándose sistémicas. Por lo que trabajar en su desensamblaje es uno de los grandes desafíos de nuestro tiempo a escala planetaria, en tanto la aspiración democrática y de derechos humanos puja por alzarse y no debilitarse. Diferentes formas de organización participativa y democrática desde las bases, las comunidades, las sociedades y sus culturas, junto a diferentes tipos de organización tales como sindicatos, cooperativas y asociaciones ordenados de manera distinta, pueden contribuir a crear espacios e hilos del tejido de la aspiración democrática e inclusiva. Ello potenciaría la vigencia de los derechos humanos y fortalecería los instrumentos de la equidad que tanta falta hacen frente a la cultura del descarte.”

El  conversatorio se llevó a cabo el martes 2 de noviembre.

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