De la feliz culpa del pecado a la Alegría del Evangelio

PUCPR celebra la memoria del teólogo angélico Santo Tomás de Aquino

Por: Celimer M. Torres

La Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico honró la memoria de Santo Tomás de Aquino, patrono de las Universidades Católicas,  al presentar la charla “De la Felix Culpa (feliz culpa del pecado) a la Evangelii Gaudium (Alegría del Evangelio)”.  El conferenciante, Padre Domingo Rodríguez Zambrana, S.T. desarrolló el contraste de una Teología de Redención fundamentada en el concepto de “Culpa Feliz” del pecado  y la Teología de la Encarnación reflejada en Vaticano II y en Evangelii Gaudium,  que es la más reciente Exhortación Apostólica del Papa Francisco.

La Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico honró la memoria de Santo Tomás de Aquino, patrono de las Universidades Católicas al presentar la charla “De la Felix Culpa (feliz culpa del pecado) a la Evangelii Gaudium (Alegría del Evangelio)”.

La Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico honró la memoria de Santo Tomás de Aquino, patrono de las Universidades Católicas al presentar la charla “De la Felix Culpa (feliz culpa del pecado) a la Evangelii Gaudium (Alegría del Evangelio)”.

Según Padre Domingo Rodríguez, “Esto no es un debate teológico, sino una reflexión pastoral práctica, al estilo de la Constitución Pastoral de la Iglesia en el Mundo Moderno. El concepto de la “Felix Culpa” representa aquello que distingue la teología del Santo Tomás de Aquino cuando, en su tratado sobre el pecado y la condición humana, desarrolla un racional que justifica la encarnación del Hijo de Dios. Por su parte “Evangelli Gaudium” del Papa Francisco, se ha distinguido por su visión sorprendente de una Iglesia que debe  de ir superando el estancamiento que le impide ser motivo de alegría ante la persona misma de Jesucristo, el Salvador”. El Padre describe a  Evaneglii Gaudium como una alentadora y sorpresiva exhortación. Sobre esto manifestó “En las aulas académicas y en los grandes recintos teológicos, se seguirán debatiendo preguntas de envergadura dogmática y así debe ser. Sin embargo lo que más necesita la Iglesia en este momento es el espíritu y corazón de un Papa Francisco”. Para concluir la charla el Sacerdote sostuvo “No fue pretensión inalcanzable, ni ambición mal fundada, el haber intentado plantar las diferencias entre la Culpa Feliz y la Alegría del Evangelio”. Su participación terminó sugiriendo que “no seamos de los que todavía sueñan con una doctrina monolítica o sea sin matices”.

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