CLAVE LA INSPIRACIÓN PARA LA MEJOR NOTA DE REVÁLIDA DE DERECHO

El estudiante Manuel Morales Schmidt se convierte en la nota más alta del examen de reválida de Derecho.

De las cinco escuelas de Derecho, hubo 510 aspirantes a pasar la reválida. Sólo aprobó un 30%. De las primeras 10 notas, cuatro son de La Católica, explicó Morales Schmidt.

Luego de estudiar ingeniería aeroespacial en Texas y lograr tener su propia compañía de construcción Manuel Morales Schmidt vivió el impacto de la crisis económica y se vio obligado a reinventarse para subsistir.

Tras servir como perito ingeniero en varios casos de arbitraje, decidió hacer un enorme sacrificio para cambiar su rumbo y abrazó el reto de hacer una carrera en Derecho en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR).  Por cuatro años viajó de Bayamón a Ponce, varias veces en la semana.  Esto luego de trabajar durante el día en la firma de un amigo abogado en donde laboraba como oficial jurídico.

Lo que nunca imaginó fue que tras sacrificarse cuatro años, una vez culminada su travesía, se convertiría en la nota más alta del examen de reválida en todo Puerto Rico.  De las cinco escuelas de Derecho, hubo 510 aspirantes a pasar la reválida.  Sólo aprobó un 30%. De las primeras 10 notas,  cuatro son de La Católica, explicó Morales Schmidt.

“Sabía que había pasado porque me sentía preparado, pero nunca imaginé que sería la nota más alta de todo Puerto Rico.  Eso se lo debo a la dedicación de mis profesores de La Católica, que se preocupan porque el estudiante aprenda y te dan mil herramientas para que puedas pasar la reválida”, dijo Morales Schmidt.  Hubo momentos difíciles en que el costoso y sacrificado viaje a Ponce se hacía difícil.  Incluso, consideró trasladarse a San Juan para continuar sus estudios.  Pero con un sobresaliente promedio de 3.89, sus consejeros le dijeron “usted no va para ningún lado”, buscándole apoyo de becas para que permaneciera en la Institución.

“Una de las cosas mejores de La Católica es su ambiente puramente universitario, te sientes estudiante y eso te inspira a crecer. Los profesores son bien comprometidos con que el estudiante aproveche su tiempo.  Aquí no ven al estudiante como una potencial competencia, si no como una cosecha.  Por eso, si ven que el estudiante es bueno y tiene vocación, te dan la mano, te ayudan y te inspiran para seguir”, puntualizó Morales Schmidt.

Agregó que “la camaradería que hay en Ponce no tiene comparación. El ambiente es realmente de estudiante, el campus es precioso, el compañerismo es único.  Es algo que no se da en otras escuelas de Derechos. No hay competencia, hay un compartir, mi tiempo era de mis compañeros y el de ellos mío. Compartíamos información y nunca sentí esa competitividad negativa”.

Recordó que, “la noche de premiación la gente se levantó a abrazarme, porque los logros de otros son los logros tuyos”.

Sobre el proceso de estudios para la reválida Morales Schmidt explicó que “la PUCPR ofrece un seminario compulsorio que es una excelente herramienta para conocer en qué área estás débil y en qué debes concentrar tus esfuerzos”.  Además de sobresalir en su promedio académico y ser la mejor nota en la reválida, por dos años y medio, Morales Schmidt fue Editor Jefe de la Revista de Derecho Puertorriqueño, revista jurídica de la PUCPR.  Aunque, “eso sumó un día de viaje a Ponce,  fue una experiencia fructífera porque el entusiasmo de parte de los colegas estudiantes de Derecho aumentó.  De 14 participantes, posteriormente 54 formaron parte de la revista”.

El apoyo que recibió de los profesores y la camaradería de sus colegas estudiantes, fue clave en su éxito.  Para Morales Schmidt el último proyecto como ingeniero fue el diseño de su oficina de abogado en donde “me convierto en socio” de la firma en donde trabajó mientras realizaba mis estudios.

“Nunca es tarde para reinventarse para echar hacia adelante y buscar soluciones y nuevas oportunidades.  El sacrificio, sin duda valió la pena”, reiteró.

La Escuela de Derecho de la PUCPR ha sido escenario de la formación jurídica de destacados abogados a lo largo de los años.  Fundada en 1961 por S.E.R. Mons. Juan Fremiot Torres Oliver, la Escuela es acreditada por la American Bar Association.  Entre sus servicios a la comunidad se encuentra la Clínica de Asistencia Legal.  Este centro de práctica ofrece representación y orientación legal a la comunidad de Ponce y pueblos cercanos, a través de estudiantes en su último año de estudios, supervisados directamente por un abogado.   Los estudiantes participan activamente en la representación legal del cliente, desde la entrevista inicial, la investigación del caso, la recopilación de evidencia hasta la representación del cliente ante los tribunales.  Se trabajan casos de familia, civil, administrativo, inmigración, entre otros delitos menos grave. Los servicios de la Clínica son gratuitos para todos aquellos solicitantes que cumplan con los requisitos de cualificación establecidos.

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