Ante los pies del Santo Sepulcro
Más experiencias académicas y culturales en Israel y Jordania
En la segunda semana del viaje académico y cultural a Israel, los Pioneros llegaron a Jerusalén. Allí visitaron el monte de los Olivos y la gruta del Pater Noster donde Jesús enseñó la oración del padrenuestro e incluso pudieron rezarlo en hebreo. Luego, bajaron la colina de la ciudad amurallada y entraron a la Basílica de la Agonía en Getsemaní. Ahí también asistieron a la misa y se arrodillaron ante la piedra donde Jesús oró y lloró sangre antes de ser condenado.
También pudieron seguir paso a paso los últimos momentos de Jesús encarnado. Llegaron hasta la sala donde se celebró la última cena y el lavado de pies. Asimismo, llegaron al Monte Sion y de allí al cenáculo, antigua casa de Caifás donde Jesús fue interrogado y golpeado y Pedro lo negó tres veces. Incluso bajaron y entraron al calabozo donde Jesús fue detenido una noche.
La delegación boricua volvió a la ciudad amurallada para el viacrucis. Recorrieron las calles de Jerusalén, en referencia al camino doloroso de Jesús con la cruz. En la vía dolorosa se detuvieron en las primeras 10 estaciones hasta llegar al santo sepulcro.
“He tenido el privilegio de estar en Jerusalén, conocer tierra santa y caminar por las mismas calles que caminó Jesús. Estar en el santo sepulcro y sentir la atmósfera de paz en el área es inexplicable. Experiencia única”, expresó el estudiante de psicología, Eric Vega Zamora.
“Me siento muy complacida de haber sido parte de este recorrido por tan histórico lugar. Estuve en las calles de la vía dolorosa en Jerusalén y entré al santo sepulcro. Para mí es un honor”. Así reaccionó Josely Pagan, estudiante de psicología del recinto de Arecibo de La Católica al pisar la Basílica del Santo Sepulcro.
La delegación Pionera caminó la vía dolorosa por las calles de la ciudad vieja de Jerusalén. Al llegar a la Basílica del Santo Sepulcro el domingo todos participaron de la santa misa que fue celebrada por padre Omar O. Soto Torres en la capilla católica. “Celebrar la resurrección en el lugar de la resurrección es indescriptible, son muchos sentimientos y emociones. Saber que en ese lugar se unió lo humano y lo divino es palpar al Dios que se hace historia. Personalmente cobró más sentido el nombre de ´Emmanuel´. Ciertamente Dios está con nosotros”, expresó. De la Basílica del Santo Sepulcro subieron al monte Calvario donde Jesús fue crucificado y entraron al lugar santo que resguarda la tumba vacía.
Continuaron al Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado para los judíos. Aquí los estudiantes se acercaron al muro para vivir esta gran experiencia.”El Muro de los Lamentos fue un lugar que me maravilló. Observar diferentes creencias y culturas en acción es puro enriquecimiento para mí”, afirmó Esmeralda Colón, estudiante de Maestría en Biotecnología.
También se visitó Qumrán, lugar donde se encontraron los Rollos del mar Muerto. P. Luis Alberto Rodríguez Vientós. capellán del recinto de Mayagüez explicó “El descubrimiento en 1947 de los rollos escritos de Qumram, a orillas del norte del mar Muerto, resultó ser un acontecimiento extraordinario pues esos escritos, no solamente nos han ayudado a conocer a los esenios (unos judíos que se separaron del judaísmo oficial en tiempos antes de Cristo), sino también nos han ayudado a profundizar el estudio de la transmisión de los textos de la Biblia, pues había copias de los libros del Antiguo Testamento, algunos de ellos escritos en su original lengua hebrea”.
Un teleférico los llevó a la fortaleza de Masada, baluarte de los judíos en su lucha contra la ocupación romana. La ruta en Israel finalizó con un gran chapuzón en las aguas calientes y saladas del mar Muerto. Ya en la última noche en Israel, todos los viajeros recibieron un certificado de haber estado en tierra santa. Tras una hora y media cruzaron la frontera a Jordania
Fue así como llegaron a un espacio nuevo para todos: el desierto. Un escenario de arena, seco, intenso sol y enfiladas montañas de piedra arenisca sorprendió al grupo. Allí disfrutaron de una excursión 4 X 4, en una sorprendente aventura y almorzaron con los habitantes locales, los beduinos que vivían en su campamento. Se enamoraron de los dromedarios o camellos y le siguieron los pasos a la huella de la historia de los nabateos, tribu que se conoce por la evolución de la construcción en piedras y petroglifos.
El día culminó en Moti Musa en Petra. Al otro día, llegaron hasta el desfiladero de Siq, un yacimiento impresionante de la época de los nabateos. Desde el inicio del estrecho sendero era inevitable admirar el escenario. Fascinantes rocas arenizas con un auténtico festival de colores naturales que guardan años de historia. Caminaron en medio de este hermoso sendero por cerca de 3 kilómetros. Pero este lugar no deslumbró tanto como la obra que los esperaba al final del trayecto. Quedaron impresionados ante el gran monumento arqueológico, el tesoro de Petra: tumba y monasterio del rey nabateo Aretas Cueto.
Con una altura de cerca de 130 pies, esta estructura histórica fue tallada en piedra cerca del Siglo I d. C. Hoy es el tesoro de Petra que enmarca la ciudad escondida y un punto de encuentro para los turistas que aprovechan para una inolvidable foto con los camellos en la entrada.
El viaje continuó hasta el pueblo de Madava donde visitaron la iglesia griega ortodoxa San Jorge. Allí se encontró, en el S. XIX, un mapa mosaico que muestra sucesos importantes en Jordania. El nuevo mosaico que representa el mapa original se encuentra en el suelo de la iglesia. De ahí los Pioneros partieron al monte Nebo, conocido en el Antiguo Testamento por la historia de Moisés. “Estar aquí en el monte Nebo es una invitación a cada uno de nosotros para no solo ver, si no atrevernos a entrar con el Padre para nuestra salvación”, expresó padre Omar Soto durante la santa misa en la iglesia.
De allí, a Amma, la capital de Jordania, donde conocerían la ciudadela que guarda yacimientos arqueológicos romanos.
En la mañana del siguiente día se alistaron para tomar un vuelo de Jordania al Cairo, Egipto. Llegaron viernes, el día de descanso de los musulmanes. También tuvieron el encuentro con los judíos, musulmanes y cristianos. Fueron a la iglesia donde se encuentra la cripta de la Sagrada Familia en barrio Copto, un barrio cristiano. La Sagrada Familia estuvo en ese lugar durante 3 años y 8 meses escapando de la sentencia de Herodes. Como parte del viaje, visitaron también el Museo Nacional de Egipto
La travesía culmina en Madrid y entonces el regreso a Puerto Rico.