Pioneros reflexionan sobre la violencia
Estudiantes presentan propuestas para la prevención de la violencia desde distintas perspectivas
Estudiantes de distintos colegios y especialidades participaron recientemente de un emotivo conversatorio sobre las experiencias e impacto de la violencia. El Dr. Arvin Báez, director del Centro de Consejería Profesional y catedrático del departamento de psicología fungió como recurso de este conversatorio en que se promovió un espacio para la reflexión y el diálogo con los estudiantes.
“Este conversatorio brindó un espacio único para que los participantes pudieran compartir sus experiencias personales y reflexionar sobre las diversas formas en las que la violencia afecta tanto a nivel individual como colectivo. El conversatorio, también, permitió que los asistentes expresaran abiertamente sus experiencias, tanto propias como ajenas, lo que generó un ambiente de empatía y comprensión. Los estudiantes no solo compartieron relatos personales, sino que también contaron historias de familiares, amigos y personas cercanas, permitiendo una reflexión profunda sobre el impacto de la violencia en diferentes contextos” sostuvo el Dr. Báez.
Durante el intercambio de ideas, se abordaron distintas manifestaciones de violencia, desde la física y emocional hasta la estructural, lo que permitió a los participantes entender la magnitud del problema y su repercusión en la vida cotidiana. “La actividad no solo se centró en comprender el impacto de la violencia, sino también en buscar soluciones que involucren tanto la acción individual como colectiva” añadió Báez.
Los estudiantes ofrecieron recomendaciones valiosas para prevenir la violencia, abordando el tema desde las perspectivas personal, académica y social. A nivel personal, enfatizaron la importancia de cultivar valores como el respeto, la empatía y la tolerancia desde temprana edad, así como promover el autocuidado y la autocomprensión para fortalecer el bienestar emocional individual y colectivo. En el ámbito académico, propusieron la creación de programas educativos enfocados en la paz y la resolución pacífica de conflictos, junto con espacios de diálogo seguros dentro de las instituciones. Desde el enfoque social, resaltaron la necesidad de colaboración entre instituciones, comunidades y organizaciones no gubernamentales para establecer redes de apoyo eficaces, además de impulsar políticas públicas inclusivas que garanticen un entorno seguro para todos.
El conversatorio sobre las experiencias e impacto de la violencia no solo sirvió como un espacio de reflexión sobre un tema de gran importancia, sino también como un llamado a la acción. “A través del intercambio de ideas y recomendaciones, quedó claro que la prevención de la violencia es una responsabilidad compartida por todos. La violencia no puede ser erradicada sin la participación activa de cada uno de nosotros en la construcción de una sociedad más respetuosa y pacífica” concluyó Báez.