En grande la celebración de los 100 años de la llegada de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad a Puerto Rico
La Católica honra la labor misionera de las religiosas que, desde su llegada a la Isla, han marcado profundas huellas
En agosto de 1923 un grupo de religiosas arribó a la Isla sin conocer el idioma, las costumbres ni la cultura, pero eso no fue impedimento para que, desde su llegada, arroparan con su amor y su fervor por servir a las personas y comunidades que tocaban. Y ahora, en 2023, a 100 años de este acontecimiento y con gran alegría la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico celebró en grande el centenario de la llegada de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad a Puerto Rico.
“Hoy se marca nuestro calendario de una manera muy especial. Celebremos el centenario de la presencia en Puerto Rico de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad. Durante 100 años han hecho realidad la palabra de Dios. Han dado buenas nuevas a los pobres, han sanado tantos corazones quebrantados y han dado libertad a tantos oprimidos. Han dedicado su vida a servir” sostuvo el presidente de la PUCPR, el Dr. Jorge Iván Vélez Arocho.
“Es una validación del trabajo que han hecho en Puerto Rico y un compromiso de continuar la obra de las siervas misioneras de la Santísima Trinidad. Que haya sido aquí en la PUCPR ha sido especial. Continuamos con la obra de las Siervas desde los Centros Sor Isolina Ferré” indicó el Sr. Luis Alberto Ferré Rangel, presidente de la Junta de Directores de los Centros Sor Isolina Ferré.
El CEO de la Junta de Directores de los Centros Sor Isolina Ferré, el Sr. Luis Ortiz, indicó “Es un gran honor estar aquí y revivir tantas emociones. Hoy es un día de mucho significado para los Centros Sor Isolina ya que juntos celebramos la llegada de las siervas a Puerto Rico. A lo largo de este siglo han transformado a comunidades con su inquebrantable compromiso, con la educación y con la propagación de valores cristianos. Apreciadas Siervas Misioneras, expreso mi más sincero agradecimiento por los momentos mágicos que han tocado con su servicio. Su legado sigue siendo un gran regalo para todos, impactando a pueblos, barrios, comunidades y residenciales públicos”
“No tengo palabras para expresar mi gratitud, cariño y todo lo especial porque, verdaderamente, esta es mi alma máter ya que de aquí me gradué hace muchos añitos. Me siento bien contenta, nos sentimos orgullosas de celebrar nuestros 100 años con los 75 años de la Pontificia. Es una celebración de belleza misionera, de amor, de respeto y de cariño. Tenemos la esperanza de crear vocaciones a través de este movimiento tan grande que la Universidad ha hecho, porque no solamente es plasmar la historia, esto es para que haya un futuro, que haya una esperanza de que sí se puede ser misionero y se puede seguir sirviendo a Dios a través de la vocación religiosa” manifestó Sister Rosita María Bauzà, historiadora de los Centros Sor Isolina.
Mientras, Sister Mildred Vázquez, directora espiritual de las Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad expresó “Estoy muy emocionada de celebrar el centenario de nuestra trayectoria misionera. Agradezco a la PUCPR y a su presidente por unirse a esta fiesta y a todos los que llegaron a celebrar con nosotros “.
La Institución honró el legado de las sisters con una serie de eventos que comenzó con la presentación del foro La educación y el carisma profético de las Siervas Misioneras y la exposición museográfica que recoge la labor realizada en diversos pueblos de Puerto Rico. Las actividades continuaron con el estreno del documental Siervas Misioneras de la Santísima Trinidad en Puerto Rico: un siglo de carisma profético que relata en detalle el legado de servicio en Puerto Rico de las Siervas Misioneras y la celebración de la eucaristía presidida por padre obispo Rubén González Medina, cmf, obispo de la diócesis de Ponce y gran canciller de la PUCPR. Los eventos concluyeroncon la presentación de Sé bueno, haz el bien, sé una fuerza para el bien: el concierto a cargo del violinista Francisco Cabán y la pianista Ivonne Figueroa.