Al salón de la fama de la educación STEM mentor boricua
Armando Rodríguez, ingeniero a cargo de infraestructura de la Católica, brilla inspirando a jóvenes.
Redacción
Armando Rodríguez Torres nunca imaginó que su trabajo como líder voluntario de un grupo de estudiantes puertorriqueños en una competencia mundial de robótica lo llevaría a ser exaltado al prestigioso Salón de la Fama STEM VEX World. Pero así fue y recibió el reconocimiento de Mentor del Año, honor otorgado por inspirar a los jóvenes a lograr metas que parecían imposibles.
Rodríguez, un ingeniero que se desempeña como Director de Infraestructura de la Pontificia Universidad Católica, es mentor voluntario y brinda apoyo a los equipos de elemental e intermedia del Colegio Sagrado Corazón de Jesus, en Ponce, que compiten en los eventos organizados por la Puerto Rico Institute of Robotics (PRIOR) y la Robotics Education and Competition (REC) Foundation. Esta fundación celebra las competencias anualmente para estudiantes de todo el mundo, con el fin de promover el interés de los jóvenes en estudiar carreras relacionadas con las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). La entidad desarrolla alianzas con sistemas educativos, los gobiernos, la industria y el tercer sector para motivar la creación de programas educativos que motiven a los estudiantes a continuar estudios en estos campos.
“Es un honor indescriptible, porque es algo que hago de manera totalmente voluntaria, por mi compromiso con el futuro de estos jóvenes, Puerto Rico y nuestro planeta. Lo más que me sorprende es que sean los mismos estudiantes los que nominen a uno. Mi meta es motivarlos para que estudien estas materias, pero más allá de eso, es desarrollar seres humanos de bien, de provecho, que aporten a mejorar y dirigir nuestro futuro.”, dijo Rodríguez. Explicó que hay cerca de 16 mil equipos de 30 países y que en los campeonatos mundiales, celebrados este año en Louiville, Kentuky, participaron los mejores 1,075 equipos, porque son como “unas olimpiadas de la robótica”. Puerto Rico logró siete premios en diversas categorías y de esos siete premios, dos fueron de los equipos de los cuales es mentor.
Rodríguez resaltó la “ayuda inconmensurable”, que le da a los equipos la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, que les permite el uso de las instalaciones para estudiar, aprender y practicar programación, diseño y construcción de robots. “Por su visión y su compromiso social, la Pontificia Universidad Católica nos da el espacio y las instalaciones físicas para ayudarnos a desarrollar jóvenes puertorriqueños para el futuro. Los estudiantes vienen de todos lados, con o sin recursos, de escuelas públicas o privadas, porque hay mucho talento en los niños,” dijo el ingeniero.
Los mentores son reconocidos por los equipos por ayudar a los estudiantes a alcanzar logros que parecían estar fuera de su alcance. Los que llegan al Salón de la Fama, son individuos excepcionales, reconocidos por ser un ejemplo y por haber inspirado y guiado a su grupo en varias áreas académicas, destrezas de laboratorio, enseñanzas de vida tanto en lo individual como en el trabajo de equipo.
Rodríguez reiteró “La exposición a nivel internacional, vivir la presión de competir juntos y en contra de jóvenes de otras naciones durante estas competenciones, les permite a nuestros niños desarrollar un gran sentido de seguridad y confianza en sí mismos. A eso hay que sumarle la grandiosa oportunidad de hacer nuevas amistades con jóvenes de otros países”.
En cuanto a representar a Puerto Rico a nivel mundial afirmó, “Siento mayor responsabilidad que nunca apoyarlos para que todo salga bien, porque esto se trata no solo del individuo, sino del rol que desempeña Puerto Rico”.