Claman sensibilidad ante pérdida de un bebé
Por buen camino medida legislativa para crear protocolos en los hospitales tras pérdida de un embarazo.
En el Capitolio se discute una propuesta legislativa que ha dado mucho de qué hablar y se perfila como un proyecto de gran envergadura. La pieza de la Cámara de Representantes 2560 nació de la profesora de Biología de la PUCPR Marla M. Méndez Silvagnoli, y de su hermana. La académica sufrió , en carne propia, la inesperada noticia de que el corazón de su pequeño dejó de latir en el vientre.
“De aquí surge la preocupación por hacer algo para fomentar que cada familia que tenga que enfrentar una pérdida perinatal pueda recibir las herramientas necesarias para elaborar su proceso de duelo de manera saludable, que les permitan encontrar la manera de ir enfrentando la vida día a día. Inicialmente coordinamos un diálogo interdisciplinario sobre duelo perinatal en la PUCPR A raíz de lo discutido durante esta actividad, surge luego, en conversaciones con mi hermana, la idea de someter una legislación para desarrollar protocolos de pérdida perinatal en las instituciones de salud”, recalcó la profesora.
Y así llegó a la Legislatura el Proyecto de la Cámara 2560 para crear la “Ley para el establecimiento de protocolos para el manejo de pérdida perinatal y neonatal en instituciones hospitalarias y de salud”. El miércoles, 9 de diciembre de 2015 la Comisión de Salud, presidida por Lydia Méndez y la Comisión de Bienestar Social para la Erradicación de la Pobreza, que preside Luisa “Piti” Gándara, abrieron sesión para discutir esta medida.
Según la profesora, la pieza 2560 expone que las instituciones hospitalarias establezcan protocolos para dar atención especial a madres y parientes cercanos ante la pérdida de un embarazo en etapa temprana. También incluye las muertes fetales o neonatales. Igualmente, propone el establecimiento de mecanismos para entrenar al personal médico y así garantizar apoyo sensibilizado a los afectados.
Durante esta primera vista pública, Méndez Silvagnoli compartió su emotivo testimonio tras perder, a las 37 semanas de gestación, a Christopher, su tercer hijo.
“El 19 de junio del año pasado recibimos la inesperada noticia de que el corazón de nuestro tercer hijo, Christopher, había dejado de latir cuando aún estaba en mi vientre a las 37 semanas de gestación. Inicialmente se me hizo difícil comprender y aceptar esta realidad, y aún cuando ya entré en el proceso de parto esa misma tarde me cuestionaba si todo esto estaba pasando en realidad. Aunque me encontraba hospitalizada por complicaciones de salud, en todo monitoreo el bebé se encontraba bien, y aún no podía comprender cómo era posible que esto hubiese ocurrido”, relató en el salón de audiencias #1 del Capitolio.
Añadió que “No era lo que habíamos planificado, llegaría nuestro hijo al mundo pero ya no estaba con nosotros. Parte de mí quería que terminara el proceso, me atormentaba pensar que tenía adentro a mi bebé muerto. Por otro lado, estaba el dolor emocional de saber que una vez naciera iba a ser, en lugar de una bienvenida, una despedida. Escuché los sollozos de mi esposo, cuando me pusieron al lado la cunita con el cuerpecito de nuestro bebé. Estiré mi mano, le acaricié su cabecita, me preguntaron si lo quería cargar. Asentí nuevamente”.
Resaltó que ese vacío fue un quebranto irreparable. “Tenía mi vientre vacío, mis brazos vacíos y me sentía vacía por dentro. No era mucho lo que podía verbalizar en esos momentos, el apoyo de familiares y amigos fue ayudándome poco a poco a ir expresando mis sentimientos y a procesar todo lo que estaba pasando. Mientras estuve en el hospital, se me permitió estar acompañada en todo momento, y aunque no existía en la Institución un protocolo de pérdida perinatal, agradezco que recibimos un trato empático y humanizado durante mi estadía en el hospital y en las citas de seguimiento médico”. “Te cuestionas el significado de la vida, cuestionas tu fe, el por qué te pasó esto a ti, por qué tu cuerpo te falló, por qué sientes que tu vida perdió el sentido, por qué te sientes culpable de haber sobrevivido… ¿Por qué? ¿Por qué?”, recalcó durante la audiencia legislativa.
Igualmente, la joven Coraly Feliciano Soto relató su experiencia. Ella perdió a sus gemelos. En esta ocasión sostuvo que la atención que recibió en el Centro Médico, fue “poco humanitaria e impersonal”.
También se unieron a presentar sus ponencias en esta vista pública, representantes de “March of Dimes”. “El tener una perdida en el embarazo puede hacer que las madres sufran depresión pos parto. Esto ocurre luego que la mujer da a luz a su bebé. El apoyo de los hospitales en este momento es esencial para la madre y pudiera ser un punto decisivo en el desarrollo de depresión. Esperamos que esta Legislatura apruebe el P. de la C. 2560 porque todas las familias merecen tener garantizados el apoyo y la ayuda del hospital”, dijo la especialista en apoyo a la familia en NICU, March of Dimes, Evalyn Ríos Fuentes.
La Asociación de Psicología Pre y Perinatal de Puerto Rico también apoyó esta medida.
“La Asociación de Psicología Pre y Perinatal de PR avala la implementación del Proyecto. Me resulta fundamental que no solo el personal materno infantil reciba el adiestramiento relacionado con el protocolo propuesto si no que, el mismo, sea un requisito para el personal de recepción y sala de emergencias. Además, debe haber un psicólogo o profesional de salud mental licenciado y capacitado, con las competencias necesarias para abordar esta temática asignado al área de maternidad. También, sería beneficioso que el hospital tuviera disponible un grupo de apoyo con el que las familias puedan contar durante su estadía”, expuso la presidenta del gremio, Dra. Fermina Liza Román.
¿Qué propone la Ley para el Establecimiento de Protocolos para el Manejo de Pérdida Perinatal y Neonatal en instituciones hospitalarias y de salud”?
La medida expone lo siguiente:
a) Fomentar un trato empático y humanizado a los padres y otros familiares, y apoyo de un equipo interdisciplinario.
b) Comunicar claramente las opciones disponibles a los padres y respetar su autonomía y derechos en la toma de decisiones relacionadas con el manejo de la pérdida perinatal.
c) En caso de que la pérdida ocurra previo a un parto, debe permitirse que se dé el proceso de parto natural siempre que sea posible en el contexto de salvaguardar la salud, vida y seguridad de la madre, permitiendo acompañamiento en todo momento de acuerdo con la ley.
d) Ofrecer opciones de ritual o servicio espiritual de acuerdo con las creencias de los padres y/o la familia.
e) Proveer un mecanismo para informar de la pérdida a todos los proveedores de salud que estarán en contacto con los familiares.
f) Ofrecer como opción la oportunidad y el acceso a los padres y familiares autorizados de ver y cargar al embrión, feto o neonato, con previa preparación y orientación sobre la apariencia.
g) En caso de que los padres decidan tener acceso a ver y cargar al embrión, feto o neonato, deben estar disponibles:
- Información del peso y medidas del embrión, feto o neonato.
- Toalla para limpiarlo o bañarlo de acuerdo con la condición del cuerpo.
- Vestidos que incluyan, pero no se limiten a, ropa y sabanita.
- Acceso y permiso para la toma de fotografías.
- Las huellas de los pies, como requerido para el expediente y para los familiares.
- De ser aplicable, la opción del corte de un mechón de cabello.
- De ser aplicable, la pulsera de identificación.
- Una unidad calentadora para el embrión, feto o neonato.
h) Ofrecer a los padres la opción de adquirir los recuerdos tales como mechones, sabanitas, pulseras de identificación, fotografías y huellas. De los padres decidir no llevarse los recuerdos al momento del alta, debe orientarse a los padres con respecto del término en que estos recuerdos estarán disponibles en la institución hospitalaria, en caso de que deseen obtenerlos en una fecha posterior al alta.
i) Ofrecer opciones de análisis de sangre y/o tejidos recomendados para determinar la causa de la pérdida perinatal.
j) Ofrecer orientación sobre el proceso de manejo del cadáver y el proceso de documentación sobre el fallecimiento con las agencias pertinentes. Esto incluye el tener disponibles los documentos necesarios para la inscripción del bebé y los teléfonos de las agencias pertinentes. La institución hospitalaria debe tener disponibles en todo momento:
1. Formulario para el certificado de nacimiento, natimuerto o defunción
2. Formulario para entrega de cadáver
3. Consentimiento para autopsia
4. Consentimiento para cremación
k) Ofrecer la oportunidad a la paciente a ser transferida a un área privada fuera del área de maternidad y permitir que permanezca con ella un acompañante siempre que sea posible.
l) Proveer un referido a un consultor en lactancia u otro profesional calificado para orientar a la madre sobre cómo enfrentar los cambios fisiológicos relacionados con la producción de leche materna, entre otros.
m) Desarrollar y ofrecer una hoja informativa con recursos de apoyo en la comunidad, así como grupos de apoyo, lecturas recomendadas, y recursos en línea, incluyendo páginas de internet.
n) Ofrecer apoyo, y permitir espacio y tiempo a los padres y familiares para mostrar y comunicar sus emociones y sentimientos.
o) Ofrecer apoyo, espacio y tiempo al personal de salud que atienda los casos de pérdida perinatal para mostrar y comunicar sus emociones y sentimientos.