La pasión de la medicina plasmada en un libro fuera de lo común…
La novela “El niño azul” rememora la historia y cultura de la Sultana del Oeste
Por: Natasha Torres Borrero
Su pasión por la medicina, en especial las enfermedades infecciosas, fue guía para emprender el comienzo de esta nueva etapa en su vida; la literatura. Pero, más allá del aspecto profesional, El doctor Bernard Christenson se describe como “un ratón de biblioteca”, lo que demuestra que es un lector voraz. Es así que nace su encanto por Mayagüez, “La sultana del oeste.”
“El niño azul”, la obra que se presentó hoy por su autor en la Biblioteca Encarnación Valdés de la PUCPR en Ponce, es un pequeño homenaje a la ciudad de Mayagüez, una remembranza de una época pasada en la que brillaron hombres célebres que todavía hoy, iluminan la cultura, la ciencia y la salud.
“Azul es una metáfora de romanticismo, un aspecto que refleja el mar que va y viene y trae las enfermedades, expresa la cultura de Mayagüez y al mismo tiempo refleja los ojos de Federico Álvarez como víctima de la cólera en el país, una enfermedad que afectó al pueblo de Puerto Rico durante la mitad del siglo XIX. Es una novela desde el punto de vista médico-histórico”, explicó Christenson, quien también admitió que es amante al ajedrez, al cine, a los libros históricos y a las novelas de espionaje. A través de la mirada azul del protagonista, testigo accidental de los acontecimientos, se reviven sus tristezas, júbilos, amores, pérdidas y desdichas; esperanzas y vicisitudes. En la obra, el autor ofrece una crónica viviente de epidemias, plagas, huracanes y terremotos, como marcos de inquietantes historias y tradiciones.
Por su parte, el doctor José Raúl Feliciano, profesor del Colegio de Artes y Humanidades del Recinto de Ponce analizó la obra. “A través de El niño azul, podemos ver dos dimensiones: la mirada científica en la que el autor nombra, describe y cuenta y el espacio literario en el cual expresa la hipótesis que parte de un acontecimiento y busca su confirmación”, sostuvo. Mientras, la profesora Marlene Acarón del recinto de Mayagüez indicó “Esta novela exhibe las bellas artes de manera incentiva y novedosa”.