¡Feliz Año 2015!
El nuevo año se perfila como uno de grandes proyectos para La Católica
Disfruta del mensaje del Presidente.
Por: Jalibeth Rodríguez Rivera
Importantes obras de infraestructura, nuevos programas e investigaciones académicas e innovadoras iniciativas para los estudiantes son sólo algunos de los proyectos que forman parte de la cargada agenda de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico en el 2015.
Ante las cámaras de Huellas del Futuro, desde la sala de su residencia, el presidente de la PUCPR, Dr. Jorge Iván Vélez Arocho recibió el 2015 junto con su esposa, Digna Hernández. En su mensaje de Año Nuevo, el Presidente sostuvo “Angie, llegamos al año 2015, de nuevo Puerto Rico y nuestra Universidad tienen la esperanza de que cada año será mejor”.
Enfatizó que este año se perfila como uno de grandes proyectos. “Este año tendremos muchos proyectos importantes para nuestros estudiantes, académicos, administrativos y amigos de la Universidad. Se perfila un año de trabajo, lucha y desafíos pero, con la confianza en Dios de que saldremos adelante”.
Mensaje del Presidente Año Nuevo 2015
Al iniciar este Año Nuevo 2015 les propongo que recordemos la lectura de la carta de San Pablo a los Gálatas que hicimos el 1 de enero en la Misa. Esta lectura nos trae mucha alegría, consuelo y esperanza. Escuchemos “Pero cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo “¡Abba!”, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.”
Iniciamos el 2015 convencidos de que Dios nos hizo sus hijos e hijas por amor. Que llenó nuestros corazones de su Espíritu, que nos liberó de las tinieblas, que somos herederos de las promesas de Dios.
Y como nos dice el Papa Francisco tenemos razones para estar alegres “El corazón del hombre desea la alegría. Todos deseamos la alegría, cada familia, cada pueblo aspira a la felicidad. ¿Pero cuál es la alegría que el cristiano está llamado a vivir, está llamado a testimoniar? Es aquella que viene de la cercanía de Dios, de su presencia en nuestra vida. Desde que Jesús entró en la historia, con su nacimiento en Belén, la humanidad recibió el germen del Reino de Dios, como un terreno que recibe la semilla, promesa de la futura cosecha. ¡No es más necesario buscar en otro lugar! Jesús vino a traer la alegría a todos y para siempre. No se trata de una alegría solamente esperada o postergada al Paraíso: aquí en la tierra estamos tristes, pero en el Paraíso seremos dichosos. ¡No, no! ¡No es ésta! Sino una alegría ya real y experimentable ahora, porque Jesús mismo es nuestra alegría, y nuestra casa con Jesús es alegre”.
Al iniciar este Nuevo Año acojamos la invitación del Santo Padre “Todos nosotros bautizados, hijos de la Iglesia, estamos llamados a acoger siempre nuevamente, la presencia de Dios en medio de nosotros y a ayudar a los otros a descubrirla, o a redescubrirla en el caso de que la hubieran olvidado. Se trata de una misión bellísima, similar a aquella de Juan Bautista: orientar la gente a Cristo – ¡no a nosotros mismos! – porque es Él la meta hacia la cual tiende el corazón del hombre cuando busca la alegría y la felicidad.”
En el 2015 comprometámonos a ser “misioneros de la alegría” como nos invita el Santo Padre, orando con perseverancia, dando siempre gracias a Dios, uniéndonos a las propuestas de su Espíritu, buscando el bien y evitando el mal”. ¡Qué proyecto de vida para el 2015! Como insiste el Santo Padre, manifestemos la ternura, consolemos al sufrido y testimoniemos el “amor del Padre hacia todo ser humano”. ¡Feliz Nuevo Año 2015!