“Unidad de Pueblo” (aquí y allá)

Continúa la V Certificación en Responsabilidad Pública y Gobernanza

Tras la pausa forzada por el huracán Fiona, la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR) retomó la jornada de la V Certificación en Responsabilidad Pública y Gobernanza.  El martes, 11 de septiembre, se presentó la conferencia “Unidad de Pueblo” (aquí y allá) dedicada a examinar temas medulares y métodos sobre el Puerto Rico a largo plazo y con una mirada esperanzadora de futuro.  Como invitado al foro estuvo el doctor Aaron Gamaliel Ramos, sociólogo y profesor jubilado de la Universidad de Puerto Rico y lo acompañó el doctor Víctor García San Inocencio, organizador de ReSTI.

El doctor Gamaliel Ramos presentó un recorrido conceptual y una síntesis histórica de las llamadas naciones globales y del hecho económico y sociológico de que las migraciones de hoy obedecen primordialmente a la búsqueda de mejores condiciones económicas y de vida. “Los conceptos nación, pueblo, u otros análogos, recogen el reconocimiento  a la existencia de una comunidad que, por razón del lugar y condiciones de su nacimiento, comparten rasgos, creencias socioculturales, modos de ver la vida, comunidad de visiones, que pueden ser contrastadas con las distintivas de otros lugares”.  Según el doctor Ramos se trata de un concepto cambiante y variable a lo largo del tiempo, “pero no solo es el concepto de nación, sino lo que es la nación particular misma”.

Como invitado al foro estuvo el doctor Aaron Gamaliel Ramos, sociólogo y profesor jubilado de la Universidad de Puerto Rico y lo acompañó el doctor Víctor García San Inocencio, organizador de ReSTI.

San Inocencio, por su parte, sostuvo “Mirar a futuro la unidad del pueblo puertorriqueño, plantearse un Puerto Rico a futuro supone comprender las complejidades que sus procesos históricos y sociales, junto al hecho del colonialismo, presentan frente a una realidad demográfica y migratoria única en cuanto a su dimensión, pero similar a otras realidades migratorias del mundo antillano y caribeño.  De esta manera, las primeras migraciones produjeron una realidad en la que los hijos podían comunicarse perfectamente con los padres, pero los nietos tenían dificultad de hacerlo con los abuelos. Este fenómeno da lugar y es producto de un proceso de asimilación o de aculturación que puede resultar paradójico. Se funda una identidad que no guarda concordancia plena con el país receptor, pero tampoco con el originario. Lo que provoca que no se piense que los hijos de los que se fueron sean como la gente que no emigró”.

El doctor García San Inocencio  explicó que siendo producto de la primera y la segunda ola migratoria, particularmente de esta última, que responde, según explicó el doctor Ramos, a la internacionacionalización y a la globalización de la emigración, “un enorme grupo de migrantes, de sus hijos y sus nietos se han desarrollado con mucha más fuerza económica, con creciente influencia en los procesos sociales y políticos, y con una gran capacidad de promover el desarrollo de Puerto Rico”.

Para García San Inocencio, “es imposible pensar el futuro de Puerto Rico sin contar con esta enorme fuerza y recursos de las diásporas puertorriqueñas, por lo que se hace imperativo un diálogo, muchos diálogos; y un proceso de inclusión maduro, donde se cuide de no empantanar el tratamiento político y la solución de tema colonial con agotantes discusiones que, lejos de avanzar hacia una solución, sean un pretexto para retardarlas”.

Ambos expertos afirmaron “En el examen del fenómeno de la racialización en Estados Unidos, origen central de la dura realidad de discrimen y afrentas a la dignidad humana, ha sido un hecho determinante o notable que la esclavitud estadounidense se haya desarrollado allí mismo en las plantaciones y en ciudades, distinto al caso de las potencias esclavistas europeas, que se lucraron desde Europa del tráfico y de la implantación de la esclavitud, pero que no instalaron masivamente esta en sus países y realidades”.

 

 

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