“La iglesia está viva y yo soy ejemplo vivo de eso”

Jóvenes regresan transformados de la Jornada Mundial de la Juventud en Brasil.

La delegación puertorriqueña dijo presente en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, Río de Janeiro.

La delegación puertorriqueña dijo presente en la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, Río de Janeiro.

Compartir la inolvidable experiencia y dar testimonio a otros jóvenes acerca de la grandeza del amor de Dios es ahora la misión de 25 jóvenes que participaron de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, Brasil.

Para la Pionera Eva Sharisse Cruz Morel, esta vivencia le cambió su perspectiva como creyente.  “Es una gracia de Dios haber estado allí.   Se trata de una experiencia que hay que vivirla porque no es lo mismo que te lo cuenten.  Fuimos con un propósito, vivir la experiencia de la Jornada pero ahora es que tenemos la misión de aplicarla a nuestra vidas y, sobre todo, dar testimonio de ella”.

Del 23 de julio al 3 de agosto los jóvenes de la PUCPR, de la Parroquia de La Resurrección de Glenview y de la Catedral de Ponce fueron protagonistas de un encuentro especial con el Papa Francisco en este evento internacional que convocó a millones de jóvenes del mundo.

Papa Francisco durante la Vigilia de Oración con los jóvenes.

Papa Francisco durante la Vigilia de Oración con los jóvenes.

Eva Sharisse aseguró que la impresionó la manera en que el Papa Francisco sedujo a los jóvenes a través de sus homilías y mensajes.  “Él hablaba de una forma tan bonita que uno se enamoraba de la palabra de Dios. En sus mensajes, nos invitó a buscar a Dios y a descubrir esa semilla que tenemos en nuestro interior, que no se quedara aquí y que la hiciéramos germinar”, indicó.

Por su parte, el estudiante de arquitectura, José Ramón Collazo, rememoró las palabras del Papa Francisco en la cita “Jesús nos ofrece algo más grande que la copa del mundo. Nos ofrece la posibilidad de una vida fecunda y feliz.  También de un futuro en el que no tendrá fin la vida eterna”.

Con respecto de este llamado del Sumo Pontífice, el joven de 20 años manifestó “A mí me impresionaron esas palabras porque fue claro al decir que con Dios lo tenemos todo.  Debemos poner toda nuestra carga en sus manos, que no debemos sentirnos solos y que lo más importante es entregar nuestra felicidad a Él y todo nos va a salir bien”, explicó.

El grupo contagió con su chispa boricua al son de la música típica y pleneros.

El grupo contagió con su chispa boricua al son de la música típica y pleneros.

El Capellán de la PUCPR, Padre Juan Carlos Rivera Medina, acompañó al grupo ponceño.  “Fue maravilloso el ver tanta juventud reunida con la solemnidad, con el respeto y tan llenos de fe.  Siempre  con su forma de ser, pero todos unidos en oración ardiente y esperanzadora”, aseveró el sacerdote quien participó anteriormente de esta Jornada en Colonia, Alemania como seminarista.

La delegación puertorriqueña arribó a Río de Janeiro el 24 de julio.  Llegaron hasta la Parroquia Santa Ana en la región de Campogrande.  Allí varias familias los recibieron en sus humildes residencias. “Nos acomodaron en casas de familia ubicadas en el área de la Parroquia que queda a una hora y media de Copacabana.  La experiencia fue bonita porque estas familias nos acogieron de una manera especial”, dijo Eva quien,  actualmente, cursa su último año de “master” en Derecho Canónico con la PUCPR y la Universidad Pontificia de Salamanca.

Según el Padre Juan Carlos, al próximo día, el grupo participó de las catequesis que ofrecieron los obispos de diversas partes del mundo.  Durante estas actividades religiosas, dividieron a los jóvenes por idiomas y desarrollaron un análisis sobre la palabra de Dios.   Igualmente, el viernes asistieron al Vía Crucis con el Papa Jorge Bergoglio.

Durante la peregrinación al Santuario de Aparecida.

Durante la peregrinación al Santuario de Aparecida.

Sin embargo, de acuerdo con los jóvenes entrevistados por Huellas del Futuro, fue la Vigilia de Oración en el Campo Fidei de Guaratiba, que el Papa celebró el viernes, lo que más los impactó.  José Ramón Collazo insistió en que “durante la vigilia tuve un acercamiento especial. Me encantó porque fue un momento sumamente relajante y placentero estar allí mientras el santísimo estaba expuesto. Me sentí cerca de Dios, arrodillado en la arena, pero eso no me impedía continuar orando.  Ver a tantos jóvenes con el mismo propósito y a mis amigos allí fue impresionante”.  Asimismo, la estudiante Eva Sharisse puntualizó “el mensaje de la Vigilia lo recuerdo mucho porque el Papa habló de los campos y el terreno de adiestramiento que debemos tener.  Eso, en realidad, es algo que nos aplica a todos y tenemos que llevarlo al diario vivir. Uno tiene que entrenarse.  La oración y la fe nos nutren. Pertenezco a pastoral y estoy activa en la parroquia.  Así que tengo el deseo de llevar esa experiencia  y mi testimonio a otros jóvenes para que se animen.  Muchos tienen la imagen incorrecta de la Iglesia.  Quiero dejarles saber a todos que la Iglesia está viva y yo soy ejemplo vivo de eso”.

La Pionera Eva Sharisse en el Cristo Redentor del Corcavado, Río de Janeiro.

La Pionera Eva Sharisse en el Cristo Redentor del Corcavado, Río de Janeiro.

Como parte de esta experiencia, explicaron que estuvo presente el factor “sacrificio”.  Es que según relatan, “la cantidad de personas en Brasil era increíble y el acceso a los transportes era muy difícil, caminamos mucho.  Fue agotador, pero todos estábamos con el mismo ánimo  porque esas cruces Dios las lanzaba para aumentar nuestra fe”, coincidieron.

Desde el enfoque cultural, los chicos expandieron sus conocimientos y vivieron una experiencia inolvidable al conocer jóvenes de otros países.   Eva comentó “Compartimos ideas e historias con otros jóvenes.  Incluso, intercambiamos artículos y regalos de cada país”.

De otra parte, el Padre Juan Carlos añadió que “tuve la oportunidad de concelebrar  la Misa de Clausura del Papa el domingo junto a todos los sacerdotes de diversas partes del mundo”.  También, el grupo asistió a la Santa Misa en el Santuario de Aparecida y le entregaron todas sus intenciones a la imagen de la Virgen.

La Hermana Magda de la Congregación de las Avemarianas de la PUCPR también viajó con el grupo.  Durante las actividades, asistió a la Santa Misa que ofreció el Papa para los seminaristas, sacerdotes y religiosas.

 

 

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