Brilla Pionero en Idol Puerto Rico

Se despide Juan Carlos Avilés de la tarima de Idol como primer finalista

Por: Carlos Eduardo Silva Velázquez

Desde finales del pasado verano, el pueblo de Puerto Rico supo quién era el Pionero Juan Carlos Avilés. Su voz cautivó a muchos a través de la televisión y logró cautivar también al jurado, que lo envió sin reservas a la competencia. Se encaminó entonces el pionero al logro de un sueño. Su camino fue exitoso, motivador, incesante e intenso. Desde el principio hasta el final, Juan Carlos fue un contrincante fuerte y una voz resonante en los oídos del votante puertorriqueño, y esto lo hizo llegar a ser uno de los dos talentos finalistas entre los que se escogería el ganador del tan visto programa Idol Puerto Rico.

El joven coameño abrió su participación en la gala final con la canción con que logró paralizar al país en el primer concierto y dejarles saber que había llegado para quedarse, “La cima del cielo”, de Ricardo Montaner. Claro, quién olvidaría aquellas palabras del propio compositor: “me conmueve escuchar a alguien que la cante mejor que yo.” Y entre un dueto con su contrincante, una colaboración con Carlos Vives, y más, transcurrió la última noche de tensión para muchos estudiantes de La Católica,  orgullosos coameños, y los fanáticos dispersados a través de toda la Isla. Como siempre, Juan Carlos brilló.

El pasado lunes, 12 de noviembre de 2012,  Juan Carlos Avilés se despidió de Idol Puerto Rico.   La victoria, por votación del público,  fue para la joven Gremal Maldonado.   Juan Carlos se despidió del sueño de ganar Idol Puerto Rico,  pero su sueño de destacarse como intérprete continúa. “Esto solo quiere decir que ahora Juan Carlos puede grabar con quien le dé la gana” se decía por Facebook. “Juan Carlos es el verdadero idolpr” se rumoreaba por Twitter.

Juan Carlos Avilés ha sido símbolo de arduo trabajo, formidable disciplina y una humildad poco común. Y fue así como Juan Carlos se despidió de la tarima de Idol, con gran gentileza y como todo un caballero, abrazando a su contrincante, felicitándola innumerables veces y hasta acompañándola en su canción de despedida. Puerto Rico puede estar seguro de que no ha escuchado lo último de Juan Carlos Avilés, que este es apenas el comienzo de una brillante carrera.

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