¿Cuáles son los efectos de la política pública en el sistema eléctrico sobre el cambio climático?

Sobre la mesa de discusión el sistema energético del país y sus implicaciones en la Casa Común.

 

En la década de los 40 se estableció en Puerto Rico la Autoridad de Fuentes Fluviales, ahora conocida como la Autoridad de Energía Eléctrica.  Una corporación que ha estado bajo el fuego público, luego de que el consorcio Luma Energy asumiera la operación del sistema eléctrico del país mediante una alianza público-privada.

Pero, ¿cuáles son los efectos de esta política pública sobre el cambio climático?  Asesores y académicos conocedores del tema discutieron esta situación y el impacto que tiene sobre la operación del monopolio energético en el conversatorio La política pública sobre cambio climático y el monopolio de energía eléctrica.  El evento lo organizó en conjunto el Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas con el Instituto de Doctrina Social de la Iglesia de la PUCPR.

“Esta corporación pública se creó como un monopolio del Estado para electrificar todos los rincones de nuestra Isla. Con el pasar del tiempo, la corporación cambió su política de generación, de una basada en energía hidroeléctrica, a una basada en la quema de combustibles fósiles como el carbón y los derivados del petróleo.  Actualmente, la Isla vive los efectos de un monopolio estatal que no ha sido administrado eficientemente, así como las secuelas de haber seleccionado fuentes de energía no renovables para la generación de energía: contaminación del ambiente, costos que incrementan continuamente, entre otros. En este foro se discutieron los efectos de la política energética que ha seguido el país por las pasadas décadas, así como sus efectos medioambientales en el país”, explicó el director del Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas, Dr. Hernán Vera Rodríguez

El panel estuvo a cargo del Ing. Carl Axel P. Soderberg, miembro del Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático de Puerto Rico y pasado director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para el Caribe; el profesor y director de la Escuela Graduada de Asuntos Públicos y Seguridad de University of Texas, Rio Grande Valley, Dr. Cecilio Ortiz García; y la Dra. Marla Pérez Lugo, profesora del Programa Graduado de Manejo de Desastres del Departamento de Sociología de University of Texas,Rio Grande Valley.

Para Pérez Lugo, profesora del Programa Graduado de Manejo de Desastres del Departamento de Sociología de University of Texas, Rio Grande Valley, la situación energética de Puerto Rico “es un asunto ‘perverso’ puesto que hay muchos intereses envueltos en la toma de decisiones, con constituyentes luchando por el control de dichos procesos, injusticias ambientales y, desde hace unos años, la inseguridad e injustica energética entre los sectores más vulnerables del país”.

Desde el enfoque climático sostuvo “Esa narrativa del desarrollo económico sostenido ha sido bien efectiva en enmarcar la ‘cuestión’  energética de manera bien excluyente, como un asunto altamente técnico que solo los ingenieros y economistas son capaces de entender.  Narrativas alternativas, desde la perspectiva del consumidor residencial, por ejemplo, hubiesen creado un sistema eléctrico diferente caracterizado por la generación distribuida, fuentes de energía renovable y mayor participación multisectorial en la toma de decisiones, con menos confiabilidad quizás, pero para el cliente residencial eso no es problema. Pero narrativas alternativas como esa han sido ignoradas a través del tiempo. Han sido ignoradas durante el proceso mismo de reconstrucción del sistema, con el énfasis demostrado por FEMA y el gobierno estatal de reconstruirlo de forma que reestablece las mismas vulnerabilidades que causaron el colapso en primer lugar”

El Ing. Carl Axel P. Soderberg, miembro del Comité de Expertos y Asesores sobre Cambio Climático de Puerto Rico y pasado director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para el Caribe levantó la voz afirmando que urge transformar este sistema.  Urge la transformación del sistema de generación de energía eléctrica a un sistema a base de energía renovable  para que Puerto Rico cumpla para el 2050 con su responsabilidad con la humanidad de lograr emisiones netas cero de gases que causan el efecto invernadero (GEI).  Además, esta transformación es indispensable para que se eliminen las emisiones de GEI del parque vehicular a medida que los vehículos eléctricos reemplacen a los vehículos que utilizan combustibles fósiles”

 

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