ABRE SUS PUERTAS LA RENOVADA SALA MADRE TERESA DE CALCUTA.

Una aventura por amor.

Mensaje de Madre Teresa de Calcuta en la PUCPR

Por: Francisco López Sch. P.

Luego de tres meses de arduos trabajos a cargo de un destacado grupo de profesores del departamento de Estudios Hispánicos, apoyados por entusiastas colaboradores, el pasado miércoles, 19 de septiembre, se reinauguró la Sala Madre Teresa de Calcuta, ubicada en el edificio Salvador Perea, en el recinto de Ponce de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR).

Fueron precisamente estos profesores quienes se tomaron la iniciativa, respaldados por el Presidente de la Universidad, de presentar un bosquejo, que luego se convertiría en un proyecto completo, de lo que pensaban debería consistir la restauración de esta Sala.

Una vez aprobado el plan, se dieron a la tarea de hacer realidad esta idea, lo que consiguieron ampliamente el pasado miércoles.

La imagen de Madre Teresa de Calcuta se encuentra en la entrada de la Sala.

 

Al emotivo y solemne acto de reinauguración asistieron, entre otros, el Obispo de Ponce y Gran Canciller de la PUCPR, S.E.R. Mons. Félix Lázaro Martínez, Obispo de la diócesis y Gran Canciller de nuestra Universidad; el Dr. Jorge Iván Vélez Arocho, Presidente de la PUCPR; el arquitecto Roberto Puello, autor del proyecto de diseño; las profesoras Adelaida Bidot López, Caridad Álvarez Suárez y muchos otros profesores y estudiantes.

El saludo de bienvenida y apertura del acto estuvo a cargo de la profesora Bidot López, del departamento de Estudios Hispánicos, quien también dedicó unas palabras a explicar lo que llamó la crónica de un proyecto.  Se procedió a la proyección de un vídeo acerca de la trayectoria de la Madre Teresa.

A continuación, el Dr. Vélez Arocho ofreció una conferencia titulada Madre Teresa de Calcuta…una voz de Dios.  En su charla, el Presidente mencionó algunas frases que pronunciara la Madre Teresa en ocasión de recibir un doctorado Honoris Causa, de parte de  la Universidad el 5 de julio de 1986, fecha desde la cual esta Sala lleva su nombre.  El Presidente tuvo la oportunidad de reencontrarse con la Madre Teresa cuando asistió al Congreso de la Familia, en Roma, en 1994.  De ese momento retoma las palabras expresadas por la Madre Teresa: “Bendita es la familia que reza unida porque el fruto de la oración es un corazón limpio y un corazón limpio, puede ver a Dios  Si nosotros podemos ver a Dios en cada uno de nuestros hermanos, nos resultará más fácil amarnos los unos a los otros”.

El Dr. Vélez Arocho concluyó su charla exhortando a los presentes a llevarse como mensaje de este acto el firme propósito de que “recemos juntos con nuestra familia”.

Antes de finalizar su conferencia, se proyectó una presentación en PowerPoint con frases célebres de la Madre Teresa.   Acto seguido, S.E.R. Mons. Félix Lázaro procedió a la bendición de la Sala.  Mons. Lázaro aprovechó este momento para recordar a todos los presentes que no debemos olvidar que somos “sal de la tierra y luz del mundo”.

El solemne acto concluyó con las palabras de clausura de la profesora del departamento de Estudios Hispánicos, Álvarez Suárez, quien agradeció al grupo de profesores su iniciativa y respaldo a esta hermosa obra.Finalizado el acto, tuvimos oportunidad de conversar brevemente con la profesora Caridad Álvarez Suárez, quien tuvo a su cargo la responsabilidad de este proyecto.

Entrevista de Huellas del Futuro (H.F). 

¿Cómo llega usted a hacer realidad este proyecto?

 C.A.S.:  Un día, conversando informalmente la profesora Bidot y yo con el Dr. Vélez Arocho, Presidente de la PUCPR,  le manifestamos nuestro deseo de que la Sala  fuese renovada porque la misma ya había “envejecido”. El Presidente aceptó nuestra proposición y enseguida, abriendo los ojos, nos dijo: ¡háganme una propuesta!  Entonces, pasados unos días, la profesora Bidot escribió al Presidente para expresarle lo que deseábamos realizar.  Se preparó una especie de sketch, concebido por el arquitecto Roberto Puello, que presentamos al Dr. Vélez Arocho, quien dio su aprobación a nuestra idea.  Sin embargo, aquello era solamente un simple concepto, una especie de dibujo “a mano alzada”, genialmente interpretado por el ingeniero Rodríguez.  Este concepto es, precisamente, el que hoy vemos plasmado en esta Sala, tal como se concibió en la mente del arquitecto Puello. Algo misericordioso que todo haya pasado así.

(H.F.) Durante el comienzo y el proceso de restauración hasta culminar., ¿cómo la Madre Teresa ha estado presente en este proyecto?

 C.A.S.: Desde el primer momento sentimos su presencia, era algo un poco misterioso porque todos los actos que se ponían en funcionamiento estaban anclados su manera de vivir.  Ella misma dice: “no importa cuanto hagas sino con el amor, con la honestidad y la fe que lo hagas”.  Este ha sido el dictum que cada uno de nosotros, los que hemos puesto desde un clavito hasta una concepción artística, sentimos su presencia.  Esto se ha construido con mucho amor y ha sido misterioso, ya que no hay persona que entrara en esta Sala y no dijera: se siente algo, o simplemente se sobrecogiera.  Pensamos que se debe a la presencia de la Madre Teresa.  Realmente, no sé si porque el entorno hace que nos sobrecojamos, pero se siente mucha paz. Pienso que ella ha estado todo el tiempo con nosotros.

(H.F.) ¿Cuál es la frase favorita de la Madre Teresa que a usted la ha impactado?

C.A.S: Me gusta mucho la siguiente: “Sé bien lo que saben cada una de mis hermanas, que lo que realizamos es menos que una gota en el océano; pero si la gota faltase, el océano carecería de algo”.

Con estas últimas palabras de la Madre Teresa terminamos la breve entrevista que hiciéramos a la profesora Caridad Álvarez Suárez, no sin antes reiterarle nuestro agradecimiento por su tiempo y por su gentileza.  Quisimos aprovechar la presencia del arquitecto Roberto Puello para solicitarle que nos concediera unas palabras y que nos permitiera hacerle un par de preguntas.  El arquitecto Puello accedió gentilmente a nuestra solicitud.

 (H.F.)  Arquitecto Roberto Puello, también a usted debemos felicitarlo por su iniciativa, concepción y realización de este importante proyecto que ha sido realizado en beneficio de nuestra Universidad y de todos los estudiantes.

¿Qué elementos nuevos hay en esta Sala que la hacen especial y qué papel juegan la decoración y los colores?

 R.P: Cuando preparamos el primer bosquejo, porque realmente se trabajó con un bosquejo, prácticamente todos los elementos que se han desarrollado dentro de la sala se pensaron nuevos, inclusive los colores, todos los colores son nuevos.  Se trabajó construyendo un plafón, paneles de plafón acústico, uso de material natural, como es el travertino, el empleo de alfombra, que da un poquito de más privacidad, de recogimiento.  Así mismo, pues, el efecto de las luces queríamos utilizarlo como un “arma” para que en algún momento en que se esté trabajando en ciertas conferencias, poderle dar un aire de misticismo al lugar y también ofrecer un área que se vea mucho más abierta para cuando se celebren otro tipo de actividades.

Los colores influyen a la reflexión.  Estamos yéndonos de la tierra (la alfombra) —con colores tierra—para llegar al cielo (el techo).  Tenemos un color azul en el plafón, que es parte de la idea de los colores, al igual que tenemos en las terminaciones mucho elemento que simulará algo natural.  La madera, el mármol, todo lo que fueron elementos que nos provocaran recogimiento, que tan pronto entráramos pudiéramos decir que “aquí hay una presencia de paz, de recogimiento”. El efecto de las luces creó un ambiente más íntimo, más recogido…y eso es parte del diseño.

(H.F.)  ¿Cuál es la frase que más lo impactó mientras trabajaba en el proyecto?

 R.P: “Ama hasta que te duela”.  Esta frase la guardo en mi corazón con mucho cariño, porque aunque estemos cansados, aunque estemos aturdidos, aunque estemos sin dormir, con un dolor en el alma, vamos a amar; vamos a seguir amando, vamos a darle ese amor a las cosas, vamos a darle amor a ese trabajo que hacemos, que no nos quedemos tan solo en palabras, vamos a hacerlo con hechos.  Ese es, prácticamente, lo que hemos logrado aquí.  Muchas noches no podía dormir, soñaba con el trabajo, o tenía que dejar otras cosas, a veces cansado, para venir acá y trabajar, pero lo hacía con amor y eso es lo más importante.

La reinauguración de la Sala Madre Teresa constituyó un acontecimiento especial en el quehacer cotidiano de la Universidad.  Fue un acto sencillo, solemne, emotivo, gratificante, que nos permitió compartir con las autoridades universitarias y con estudiantes un momento verdaderamente  importante que puede marcar positivamente nuestra vida estudiantil.+

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