Manos a la obra para impactar a comunidades afectadas

La estudiante graduada de psicología clínica forma parte de  Mentes Puertorriqueñas en Acción.

Ya casi se cumplen 10 años de enfrentar una pugna en contra del Gobierno luego de que fueran desalojados de sus terreros porque, según la Agencia federal para el manejo de emergencias (FEMA), eran inundables.

Decenas de familias de la comunidad Villa del Sol de Toa Baja construyeron sus casas en terrenos cercanos a los que fueron desalojados y hoy siguen en pie de lucha, más aún tras el impacto de los huracanes Irma y María por la Isla.

El grupo de jóvenes impactó la comunidad Villa del Sol.

El grupo de jóvenes impactó la comunidad Villa del Sol.

“Llegué a un lugar que todavía no tenía sus calles pavimentadas y, que algo tan esencial como el recogido de basura, no se realiza de una manera adecuada.  Es una comunidad olvidada por el Gobierno.  Les dieron los terrenos cerca, pero ni siquiera embrearon las calles.  Luego del huracán María perdieron sus casas”.  Ella es Marlene Cabán Huertas, estudiante graduada de psicología clínica de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.  La Pionera impactó esta comunidad al formar parte de Mentes Puertorriqueñas en Acción (MPA).

MPA es una organización que se enfoca en promover el desarrollo de agentes de cambio.  De esta forma, se provee la oportunidad a estudiantes universitarios y jóvenes profesionales de desarrollar sus habilidades profesionales en beneficio del bienestar del País, a través de diferentes programas e iniciativas.  Durante varios años MPA ha desarrollado programas de verano para que los participantes tengan la oportunidad de poner en práctica sus destrezas profesionales.

MPA es una organización que se enfoca en promover el desarrollo de agentes de cambio.

Según Marlene, luego del paso del huracán María por Puerto Rico, MPA decidió crear #EnAcción2018, un internado dirigido a realizar trabajo comunitario en diferentes comunidades necesitadas del País.  “Al conocer de lo que trataba esta nueva iniciativa de MPA decidí solicitar.  De esta manera comenzó la aventura.  Como estudiante de psicología clínica a nivel graduado entiendo que es importante conocer, de primera mano, lo que es el trabajo comunitario.  Esto nos da la oportunidad de conocer diferentes realidades y hacernos sensibles ante diversas situaciones”, acentuó.

Luego del paso de huracán María por Puerto Rico, MPA decidió crear #EnAcción2018.

Sobre los esfuerzos en Villa del Sol de Toa Baja, manifestó que han sido muchos los trabajos que han realizado.  “Tuvimos a nuestro cargo el censo comunitario para conocer las necesidades de las personas, entre otros aspectos importantes.  A través de este censo logramos conocer a los residentes de esta comunidad, entrar a sus casas y palpar sus necesidades de primera mano.  También, descubrimos  las ganas de luchar y trabajar y la motivación  que tienen estas personas para seguir adelante, a pesar de lo limitado de sus recursos”, explicó la joven natural de Ciales.

Además de trabajar el censo, el grupo de estudiantes se involucró en diferentes proyectos.  Marlen Cabán explicó “Ayudamos a establecer un huerto hidropónico, el cual está próximo a ser instalado.  Esto conllevó hacer investigación, visitar proveedores y la redacción de propuestas.  También, colaboré con la creación de un mural, que diseñó uno de los compañeros, para el vagón oficina de la comunidad.  Por otro lado,  me siento contenta de aportar, desde mi disciplina de estudios, la psicología, consiguiendo coordinar servicios de salud mental para la comunidad, los cual fueron ofrecidos por la organización Niños de Nueva Esperanza.  Esto significa para mí salir de mi zona de confort y enfrentarme a la realidad”.

Marlene instó a otros jóvenes a que se aventuren a estas experiencias.

De acuerdo con la Pionera, la mayoría de los jóvenes y estudiantes que forman parte del programa son de universidades de Estados Unidos o de la Universidad de Puerto Rico.  “Solamente fuimos aceptadas dos Pioneras.  Sin embargo, la compañera no pudo continuar en el programa.  Así que el reto para mí fue aún mayor, ya que me tocaba representar a la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.  Anteriormente, una estudiante Pionera del Programa Graduado de Psicología había participado en otro de los programas de verano de MPA llamado PARACa”, dijo la estudiante de 33 años.

Marlene instó a otros jóvenes a que se aventuren a estas experiencias.  “Es importantes que, como estudiantes universitarios, complementemos nuestra experiencia de estudios con oportunidades que nos hagan crecer profesional y personalmente.  Sin duda alguna, Mentes Puertorriqueñas en Acción, con su programa #EnAcción2018, me ha dado una oportunidad invaluable para comenzar mi camino como un agente de cambio”, sostuvo.

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