¡Listos los puertorriqueños para reconstruir!

Comunidad recibe consejería arquitectónica para la restauración de sus hogares

Celimer Torres

La realidad que unas 300,000 familias en Puerto Rico han tenido que enfrentar tras el paso del huracán María es una muy dura: la pérdida parcial o total de sus hogares.  Temas como la selección de materiales, la siembra adecuada, la otorgación de permisos, construcción de viviendas en zonas inundables, y la supervisión de los procesos de construcción se han convertido en asuntos de gran interés para la comunidad.  El conocer cómo, dónde y con qué construir es vital para la reconstrucción sabia de los hogares.

Ante esa realidad, la Escuela de Arquitectura de la PUCPR, comenzó la Clínica de Asistencia Arquitectónica.  La iniciativa, liderada por el arquitecto Luis V. Badillo Lozano, decano de la Escuela de Arquitectura, recogió en el primer taller de consejería y asesoría a un grupo de alrededor de 80 ciudadanos que tuvieron el deseo genuino de aprender sobre los asuntos necesarios para la reconstrucción adecuada de sus casas o las de sus comunidades.

“Para este inicio de  la Clínica escogimos  la discusión de temas cruciales que eviten los efectos y daños que se han visto después del paso del huracán. La legalidad y los parámetros bajo los que se están trabajando los permisos, el emplazamiento de viviendas y la siembra adecuada, el uso del hormigón y el análisis de los defectos de construcción en este material,  el uso de la madera y la clave para una construcción adecuada y la tecnología sustentable fueron presentados por profesores expertos en cada área” indicó Badillo.

“Las residencias no deberían estar hechas solo para resistir,  si no para ayudarnos a sobrevivir después del evento. Hemos visto casos de residencias que resistieron el huracán, pero una vez pasado el fenómeno las personas quedaron desprovistas de todo y con necesidad de asistencia.  Lo que pretendemos es educar para que las casas  suplan agua y electricidad y ayuden a sobrevivir” añadió el arquitecto.

La respuesta de los asistentes al taller fue entusiasta.  Según Aíxa Rivera, residente del Barrio Collores de Juana Díaz, la iniciativa fue espectacular. “Nuestra casa es de concreto, pero tuvimos pérdidas significativas.  Y vimos este evento como una oportunidad de aprender ya que, dadas las circunstancias, no hubiésemos podido pagar para recibir este tipo de asesoría. Aprendimos mucho de las conferencias  y nos dimos cuenta de la importancia de contar con un hogar seguro. Esta es una herramienta que muchas personas deberían aprovechar” sostuvo Aíxa.

Por su parte, Luis Cruz, residente de la urbanización Mariani en Ponce, y quien perdió su residencia,  el taller sirvió para reforzar su decisión de no volver a pasar por esta mala experiencia.  “Yo perdí toda mi casita tras el paso de María. Con lo aprendido aquí estoy convencido de reconstruir mi casa en hormigón y siguiendo las recomendaciones de los expertos porque no quiero pasar lo mismo” indicó Cruz.

“Queremos acercar la arquitectura al necesitado.  A aquella persona sin los recursos para contratar a un profesional que realice su diseño. En este momento de tanta devastación hemos descubierto la gran vulnerabilidad que hay en la Isla y las condiciones tan frágiles que miles de familias se ven obligadas a vivir por no poder contratar con una asesoría profesional adecuada. En la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y su Escuela de Arquitectura, por medio de la recién creada Clínica de Asistencia Arquitectónica, entendemos que es nuestra responsabilidad como arquitectos, como puertorriqueños y como cristianos hacer disponibles y acercarles estas herramientas profesionales del campo del diseño y la construcción a los más necesitados” dijo el arquitecto Badillo Lozano.

 

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