Pérdida perinatal: duelo silencioso

La importancia de romper con el silencio.

Por:  Jalibeth Rodríguez Rivera

“Mi experiencia fue dolorosa. Tenía mucha ilusión porque mi tercer hijo venía en camino. Pero, previo al parto, me enteré de que el bebe no estaba vivo”, el relato de la profesora del Departamento de Biología, Marla Méndez estremece a cualquiera. La académica de la PUCPR perdió a Christopher en su vientre, provocando un vacío inexplicable. Una vivencia que inspiró y compartió en el Diálogo Interdisciplinario “Perdida Perinatal: duelo silencioso”.

Inició su discurso diciendo: “Pequeñín es el apodo que nuestra hija mayor le puso al bebé desde que se enteró de la noticia de que había un bebé en mi barriguita. Hasta luego, Pequeñín es el título del poema que comencé a escribir la mañana del sepelio de Christopher. La primera estrofa del poema dice así: No puedo decirte adiós, mi amor, te digo hasta luego. Porque espero que algún día nos encontremos en el cielo”.

Tenía 37 semanas de gestación y en un sonograma que le practicaron ya no se escucharon los latidos del corazón de su bebé. “Se me repite la prueba de influenza, la cual da positivo y además en el monitoreo de glucosa se determina que está muy descontrolada, a pesar del uso de insulina. Todo monitoreo indica que el bebé está bien, aún dentro de mi condición. Se me hace un sonograma el martes 17, todo está perfecto. El miércoles 18 en el monitoreo de los latidos está todo bien. El jueves, 19 de junio durante el monitoreo de rutina, no aparecen los latidos y se nos informa que nuestro tercer hijo ya no estaba con nosotros” .

Como Marla, en Estados Unidos se reporta un millón de muertes fetales ocurridas antes de las 20 semanas de gestación. Así indicó la obstetra y ginecóloga, Dra. Karla Leavitt durante su ponencia en el diálogo interdisciplinario. “En Estados Unidos han bajado estas estadísticas. Cada año ocurren de 6 a 7 muertes por cada mil nacimientos. La causa número uno es el parto prematuro y Puerto Rico tiene la tasa mayor de incidencia. La meta es llegar a un 12 por ciento, los números ahora mismo están en un 17.6 por ciento en estos casos”, detalló la galena.

La también investigadora en el programa “Obstetrics and Gynecology Research Fellowship” en el San Juan City Hospital añadió que desde que recibe las pruebas positivas de embarazo la madre experimenta el sentido de apego con su bebé. Sostuvo que los especialistas practican diversas pruebas para evitar algún riesgo como las pruebas de bienestar fetal (BBP), pruebas diagnósticas para problemas genéticos como CVS y “first trimester screening”, pruebas de sangre, monitoreo fetal, sonogramas, entre otros. “La prueba cuádruple para evaluar el riesgo de síndrome down es una prueba que ofrecemos a la madre; no la ordenamos. Se le explica a mamá si le interesa saber los resultados y que podría ser un riesgo, porque la prueba podría salir positiva y no quiere decir que el bebé podría tener síndrome down. Por lo que es un asunto que hay que tomarlo con pinzas”, dijo la Dra. Leavvitt.

Explicó, además, que es importante proveerles su espacio a los padres durante este proceso. “Es menester que se dé un proceso de paz luego del parto. Dejamos a los padres que abracen a su bebé el tiempo que deseen. Podemos darles una caja con los recuerdos y las fotos del bebé. La fe, la espiritualidad, la religión y la cultura son aspectos que respetamos”, resaltó.

La profesora Marla admitió que este tema suele ser poco discutido por ser tan doloroso. Sin embargo, afirmó que cada persona maneja de forma diferente el duelo. Añadió que también el silencio puede ser contraproducente. “Fue un proceso difícil, pero el apoyo que he tenido ha sido instrumental para poder estar encaminada en el proceso de sanación y seguir adelante. Esta ha sido la motivación del Diálogo para compartir la importancia del apoyo”.

Desde el enfoque psicológico se analizó este tema por la Dra. Marianela Rodríguez Reynaldo, psicóloga clínica y académica. “Pasar por un embarazo y terminar sin un bebe es algo que todavía nos cuesta entender y conceptualizar. Nos cuestiona la habilidad de gestar y parir un bebe saludable y nos cuestionamos nuestra razón de ser como mujeres. Esto afecta nuestra autoestima e imagen. Además, no es natural que los padres sobrevivan a los hijos”, explicó la experta en conducta humana en su ponencia “Rompiendo el silencio”.

A nivel social, según dijo, se enfoca la discusión sobre el parto, pero tenemos poca información y preparación sobre la posible pérdida. “A pesar de tener una tasa alta de bebés prematuros en Puerto Rico no se habla de la probabilidad de enfrentar este proceso. Por lo que tenemos que crear conciencia”.

La educadora en lactancia certificada aseveró también que esta pérdida de sueños e ilusiones,lo enconvierte un duelo ambiguo, un concepto relacionado con el duelo.

La familia, según dijo es instrumental en el proceso de romper el silencio. “Es importante acompañar a estas parejas y apoyarlos en el proceso de comunicar los sentimientos y las emociones, más aún durante épocas especiales”.

Por su parte, el diacano Jorge Almodóvar Capielo, tanatólogo y director funerario, trajo esta discusión desde la dimensión espiritual durante su conferencia “Del limbo a la misericordia divina”.   Es que desde el punto de vista de la fe, la pérdida de un bebé sin nacer abre la discusión de la necesidad del bautismo para la salvación. El Diácono explicó “En la Constitución Dogmática, la Iglesia abordó este asunto diciendo: aquellos que, sin tener culpa propia, no conocen el Evangelio de Cristo o de su Iglesia, pero que sin embargo buscan a Dios con un corazón sincero y, movidos por la gracia, tratan a través de sus acciones de hacer su voluntad, como la conocen a través de los dictados de su conciencia – esos también podrán conseguir la salvación eterna (Lumen Gentium, 16)”. Asimismo, el consejero en los servicios de hospicio analizó el documento del Catecismo. “En el número 1261 del Catecismo de la Iglesia se afirma que en cuanto a los niños muertos sin Bautismo, la Iglesia sólo puede confiarlos a la misericordia divina, como hace en el rito de las exequias por ellos”.

De otra parte, Almodóvar Capielo dijo que “Además de la parte doctrinal, la Iglesia está consciente de la necesidad de acompañamiento que tienen los familiares en el proceso de duelo por lo cual desarrolla los Grupos de Apoyo para manejo de duelo”. Resaltó la compasión y el apoyo a estas familias que tanto necesitan romper el silencio.

El diálogo Interdisciplinario, organizado por el Departamento de Piscología del recinto de Ponce de la PUCPR, se celebró el pasado martes, 25 de noviembre de 2014 en la Escuela de Derecho de la Institución.

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