Si resucitaste, resucita a otros.

Celebra con alegría y fe las Pascuas de Resurreción.

Por:  Jalibeth Rodríguez Rivera

“Cristo ha resucitado de entre los muertos, como primer fruto de quienes duermen el sueño de la muerte.  Porque lo mismo que por un hombre vino la muerte, también por un hombre ha venido la resurrección de los muertos”, con ese pasaje de  primera de Corintios, los cristianos conmemorarán la Pascua de Resurrección el próximo domingo.  Se trata de la festividad en la que se celebra la resurrección de Jesús. Para el teólogo y capellán de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Juan Rivera Medina, constituye el centro del año litúrgico, al punto de ser más importante que la misma Navidad.  “La Pascua de Resurrección es la fiesta que  tiene una duración de 50 días, los cuales se dividen en 7 semanas. Los últimos dos domingos se celebran la Fiesta de la Ascensión y de Pentecostés. Con esta última fiesta concluye dicho periodo.  Pentecostés significa precisamente eso, el día quincuagésimo o número 50”, explicó.

Sin embargo, más allá de este festejo, se persigue solidificar la fe en los cristianos, ya que se refiere a la resurrección universal.  “Es una de las fiestas más grandes y más antiguas de la fe cristiana. Porque es la fiesta que celebra el triunfo de Cristo sobre la muerte y el pecado, es decir, la Resurrección. Por su Resurrección se nos han abierto las puertas del cielo y por lo tanto la posibilidad para que todo hombre también resucite.  La Resurrección es la clave de la esperanza cristiana y, si el Señor está con nosotros, no hay por qué temer. Todo es motivo de gozo y alegría”, aseveró el Capellán.  Incluso, hizo referencia al pasaje de  San Pablo “Si Cristo no hubiera resucitado, vana sería nuestra fe” (I Co 15,14).  El Padre Juan Carlos insistió en que “Cualquier sufrimiento adquiere sentido con la Resurrección, pues podemos estar seguros de que, después de esta vida, si hemos sido fieles, llegaremos a una vida nueva y eterna, en la que gozaremos de Dios para siempre”.

Con ese enfoque, el sacerdote recuerda que esta festividad es motivo de vivir con alegría, sin importar los sinsabores que ocurran en el diario vivir. “La felicidad no está en tener lo que quieres, sino en aprender a amar lo que tienes. Cristo nos ha liberado; su triunfo es ahora nuestro triunfo”.  De hecho, entre sus recomendaciones, Padre Juan Carlos insistió en no tener miedo y en orar más.  “No dejes las actitudes propias del cristiano ya que el ser y el hacer del cristiano no se limitan a unos tiempos litúrgicos, es siempre.  Además, no hagas daño a nadie; ni de palabra ni de obra y haz todo el bien que puedas.   Lucha,  no te expongas a la ocasión de pecado, ama y valora más tu vida y la vida de los demás, tus talentos y los de los otros”.

Exhortaciones del Capellán en la festividad de Pascua:

  • Procurar seguir en gracia de Dios para no ser víctimas de la enfermedad y muerte del pecado. Confesión y Eucaristía frecuente.
  • Propiciar los encuentros comunitarios dentro y fuera de la Iglesia, en los que se puedan compartir, orar y practicar la caridad. Todos necesitamos momentos de comunión y alegría.
  • Contrarrestar toda cultura de la muerte con la cultura de la vida: no al aborto, no a la anticoncepción, no a la “educación” sexual hedonista, no a la violencia y no a lo que lesione o destruya la dignidad y vida humanas.
  • Visitar y colaborar con alguna entidad que tenga relación con los niños, envejecientes y/o más necesitados. Compartir tu vida, lo que tienes, tu tiempo y tu alegría con aquellos que necesiten. Si resucitaste, resucita a otros.
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